Miembros del Jeep Club y lugareños. |
Paraguas.- Esta comunidad ubicada en los deslizaderos de las altas montañas de Tireo, Constanza, fue la seleccionada este año para que unos 70 miembros del Jeep Club, de Reid & Compañía, hicieran entrega de canastas navideñas contentivas de los ingredientes básicos, llevando alegría a decenas de sus habitantes.
La actividad, que estuvo encabezada por el licenciado Alvin Ortega, gerente de mercadeo de Reid & Compañía, se inició a las 7:15 de la mañana, con una caravana de los vehículos todoterrenos de la marca Jeep, que enfiló rumbo al Cibao y que recorrió varias comunidades.
Raquel Schimensky, Kenneth Schimensky, Juan Marte, Claribel Antigua y José Alejo. |
Un momento del viaje por las alturas de Constanza. |
El donativo fue recibido por la Fundación Loma Verde, que preside el señor Monchy Valerio, y por los dirigentes comunitarios José Cruz y Natividad Valerio.
Los habitantes de esta apartado localidad Paraguas agradecieron a Jeep Club, por estos donativos.
El licenciado Ortega indicó que esta comunidad fue seleccionada bajo el criterio de que existen grandes dificultades en lo que respecta a educación, salud, medio ambiente y vías de acceso.
Esta comunidad hace 17 años vivía de la quema de carbón, lo que se refleja en la actualidad con los altos niveles de deforestación y erosión, que se agrava con la agricultura indiscriminada de personas que llegan de Tireo y Constanza.
En la actualidad existe un gran esfuerzo de las organizaciones que trabajan en la comunidad para subsanar esta situación, con la siembra de unas 6 mil tareas de tierras de pino gravilea y occidental.
La situación afecta el nacimiento de los ríos Yaque del Norte y del Sur, así como el arroyo Tireo, que ven mermar su caudal por la tala inmisericorde de árboles, para dedicar la tierra al cultivo de repollo, papa, cebolla, ajíes y tomate.
Existe una paradoja en relación a las precariedades en que viven estos moradores, mientras existen tierras fértiles y de alta productividad, existe una escuelita deficitaria que sólo alcanza el cuarto curso de primaria, altos niveles de desnutrición y para llegar se hace a través de un camino que bordea la montana, donde los vehículos tienen que ser de tracción especial como el Jeep, por el fango y los deslizamiento.
Kainani Pfeifen junto a varios niños de la parada de la Virgen, en Casabito. |
Las paradas del recorrido se iniciaron en la Virgen de Casabito, en las alturas de Constanza, donde los participantes comenzaron a disfrutar de un clima que los obligaba a utilizar abrigos y de un panorama con una vegetación impresionante.
Alrededor de las 12 del mediodía los aventureros llegaron a Paragua, una comunidad integrada por más de 200 habitantes, quienes esperaban ansiosamente las canastas, las cuales contenían los ingredientes básicos para la alimentación de la familia, así como ropas para grandes y chicos.