Cortesia Agencia EFE. |
CIUDAD DE MÉXICO.- Escapó
durante 13 años de la justicia y se escondió en los lugares más recónditos.
Pero, según nuevos detalles revelados ayer, el criminal más buscado del mundo y
"jefe de jefes" del narcotráfico mexicano, Joaquín "el Chapo"
Guzmán , fue capturado en un modesto departamento de la costa del Pacífico
porque encendió su teléfono satelital.
A fines del año pasado, las
autoridades comenzaron a acercarse al círculo íntimo de "el Chapo",
líder del poderoso cartel de Sinaloa, que fue capturado anteayer en Mazatlán,
en un operativo conjunto con agentes norteamericanos. Sin embargo, el rastreo
de su paradero se acentuó en las últimas dos semanas.
El capo narco fue trasladado
anteayer a una prisión de máxima seguridad y se habló de que podría ser
extraditado a Estados Unidos, donde enfrenta decenas de cargos. Pero esta
posibilidad fue descartada por ahora, debido a que debe terminar de purgar una
condena de 20 años de prisión interrumpida de la justicia mexicana. Apenas
cumplió siete años antes de fugarse.
El primer eslabón de la
cadena de hechos que condujeron al arresto de Guzmán fue la detención, el 12 de
febrero, en Puebla, de un colaborador cercano de aquél, Daniel Fernández
Domínguez, alias "el Pelacas".
Al momento de su detención,
Fernández tenía en su poder 20 teléfonos celulares, varios de ellos con
registros de llamadas a números con la característica de Sinaloa. Según las
autoridades, algunos de esos números pertenecían a los miembros del equipo de
seguridad de Ismael "el Mayo" Zambada, número dos del cartel de
Sinaloa y supuesto sucesor de Guzmán.
Esa información permitió
capturar el 13 de febrero a Joel Enrique Sandoval Romero, "el 19",
jefe de seguridad de Zambada, junto con algunos de sus subordinados en el
municipio de Reforma, Sinaloa.
El teléfono de uno de los
miembros del equipo de Sandoval tenía un número telefónico que, según uno de los
delincuentes interrogados, pertenecía a "el Chapo".
De acuerdo con el diario
Reforma, a partir de ese momento, la DEA ofreció apoyo tecnológico, con
geolocalizadores de última generación, para ubicar el teléfono satelital que
usaba Guzmán.
El 17 de febrero pasado, el
aparato fue localizado cuando Guzmán utilizó su teléfono para pedir ayuda a un
colaborador para escapar de Culiacán, la capital de Sinaloa.
Los agentes federales y
efectivos de la marina llegaron a la casa de donde partió la llamada, pero, como
en una película de Hollywood, "el Chapo" ya había escapado,
presuntamente por los túneles que se encontraban debajo de las bañaderas y
estaban comunicados con el sistema de desagüe pluvial de la ciudad.
Ese mismo día, el teléfono de
Guzmán fue ubicado en Mazatlán, y desde entonces los agentes federales se
dedicaron durante varios días a estudiar los movimientos del capo y esperar el
mejor momento para actuar.
Finalmente, anteayer, a las
3.45, comenzó la movilización de 65 miembros de un cuerpo de elite de la
marina. Tres horas después, las fuerzas de seguridad irrumpieron en el edificio
de condominios Miramar, en Mazatlán.
En la planta baja
sorprendieron a Carlos Manuel Hoo Ramírez, guardaespaldas de Guzmán, que los
condujo al departamento 401, en el cuarto piso.
Los marinos subieron
silenciosamente por el ascensor y las escaleras. Abrieron la puerta de madera
del departamento con fuerza y rompieron la cerradura.
El departamento donde estaba
"el Chapo" no tenía los lujos excesivos que se relacionan con el
narcotráfico mexicano. El capo narco vivió sus últimas horas de libertad en un
departamento de piso blanco propio de la clase media mexicana.
Los agentes encontraron a
"el Chapo" acostado en la cama de la habitación principal. El barón
de la droga trató de alcanzar un rifle AK-47 apoyado en una pared para
defenderse, pero no lo logró. Los agentes le pegaron para someterlo. "El
Chapo" recibió cuatro golpes: uno en el pómulo izquierdo, otro en el
derecho, uno debajo de la ceja derecha y uno más en la frente del costado
derecho.
El jefe de una de las
empresas criminales más grandes del planeta se veía derrotado, pero sobre todo
miraba a sus captores con ojos de incredulidad. Sencillamente no podía creer
que hubieran llegado hasta su guarida y que hubieran burlado todos los
dispositivos de seguridad que había ideado y perfeccionado a lo largo de 13
años.
"Todo el tiempo estuvo
desencajado, no podía creer que hubiéramos llegado hasta él", dijo un
funcionario que participó del allanamiento.
"El Mayo", el
posible sucesor
Es uno de los colaboradores
más cercanos de Guzmán
Ismael Zambada
Número 2 del cartel de
sinaloa
Zambada, de 65 años, comenzó
su carrera en los años 80 en el cartel de Sinaloa, cuando éste era dirigido por
Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo
Luego pasó al servicio del
cartel de Juárez, de Amado Carrillo, "el señor de los cielos", pero
con su muerte, en 1997, se ligó al grupo de Guzmán
Su hijos y sus dos ex mujeres
ocupan posiciones clave en el cartel de Sinaloa
Agencias AP, AFP, ANSA y
Reuters