AP-Gregorio Borgia |
CIUDAD DEL VATICANO (AP) — El papa Francisco declaró santos a sus dos predecesores Juan XXIII y Juan Pablo II ante unas 800.000 personas el domingo, en una ceremonia de canonización sin precedentes, que tuvo otro ribete histórico con la presencia del pontífice retirado Benedicto XVI.
Nunca antes un papa en funciones y otro retirado habían oficiado misa en público, mucho menos en un acto en el que se celebraba a dos de sus más famosos predecesores.
La presencia de Benedicto también refleja el balance que Francisco tuvo en consideración al canonizar a Juan XXIII y Juan Pablo II, que muestra la unidad de la iglesia al honrar a un papa conservador y un liberal.
Francisco estableció claramente el punto en su homilía al elogiar a ambos hombres por su trabajo asociado al Concilio Vaticano II, las innovadoras reuniones que modernizaron a la institución de 2.000 años de antigüedad. Juan convocó al Concilio mientras Juan Pablo se encargó de asegurar la interpretación y puesta en marcha de su vertiente más conservadora.
"Juan XXIII y Juan Pablo II cooperaron con el espíritu santo al renovar y actualizar a la Iglesia, y mantenerla cercana con sus figuras prístinas, esa figuras que los imágenes nos han dado a través de los siglos", dijo Francisco.
Elogió a Juan XXIII por haber permitido que Dios lo llevara a convocar el Concilio y celebró el énfasis en la familia que tuvo el reinado de Juan Pablo, un asunto en el que Francisco también se ha interesado.
"Ambos fueron sacerdotes, obispos y papas del siglo XX", dijo Francisco. "Vivieron los trágicos acontecimientos del siglo pero no se vieron abrumados por ellos".