Fotografía de la especie Amblyopsis hoosieri, descubierta en una cueva de Kentucky. Crédito: Matthew Niemiller; …A pesar de lo que se pueda pensar, en los largos sistemas de cuevas subterráneas hay vida. Y no sólo microbiana. La biodiversidad en este tipo de hábitats es relativamente amplia y siempre que se encuentra una especie nuev
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a da sorpresas. En el último caso, un pequeño pez con la particularidad de tener el ano justo detrás de la cabeza.
La nueva especie, denominada Amblyopsis hoosieri tiene otras muchas características que son prácticamente iguales en todos los organismos que viven en cuevas. Es de pequeño tamaño, y casi incoloro. La talla reducida se explica por la falta de comida, y la de color...porque en un ambiente casi por completo oscuro, ¿de qué serviría gastar esfuerzo en tener color?
Sin embargo, el rasgo más curioso tiene que ver con la vista. La especie recién descubierta carece de ojos por completo. No existen ni siquiera restos vestigiales, al menos que se puedan apreciar a simple vista. Pero su primo evolutivo más cercano, en cambio, sí que tiene ojos.
Cerca del lugar donde se ha encontrado esta especie hay otro sistema de cuevas, denominado Cueva Mamut. Se trata del de mayor longitud del mundo. Y en él vive otra especie de pez, la más cercana a la recién descubierta. Esta especie se llama Amblyopsis spelaea.
Hay dos diferencias principales entre ambos “primos”. La primera es la posición del ano – detrás de la cabeza en la más reciente, pegada a la cola en A. spelaea – y la segunda son los ojos. La especie que se conoce desde hace más tiempo sí tiene ojos, pero no es capaz de ver. Carece de rodopsina, uno de los pigmentos necesarios para la visión.
En cuanto a los parecidos, hay algunos que merece la pena destacar. Las dos especies cuidan de sus crías una vez que salen del huevo. Y en los dos casos lo hacen transportando a los juveniles entre sus branquias, donde están protegidos y tienen suficiente alimento.
También tienen en común la manera en la que solucionan la falta de visión. Porque aunque no tengan ojos – o estos no funcionen – y que en su hábitat no haya luz, ambas especies siguen necesitando percibir su medio: detectar obstáculos, fuentes de comida y refugio, etc.
La forma en que lo hacen es desarrollando el sentido de la línea lateral. Este órgano sensorial de los peces les sirve para percibir vibraciones en el agua, y en las dos especies de Amblyopsis de las que hablamos tiene una importancia capital.
Aún quedan muchas cosas por saber de esta especie, por ejemplo su forma de alimentación y sus costumbres. Y sobre todo, falta por seguir investigando en las cuevas donde han sido encontrados, para conocer mejor qué organismos existen y cuáles son sus adaptaciones.
