Río de Janeiro (EFE).-De la peor manera y sin oponer mucha resistencia, la campeona España quedó fuera de la Copa del Mundo al perder ayer miércoles 2-0 ante un Chile que avanzó a los octavos de final del torneo.
Eduardo Vargas y Charles Aránguiz hicieron los goles chilenos en un primer tiempo de alta tensión para los europeos, lentos en la recuperación e imprecisos en sus pases, pecados capitales para un equipo que vive y muere por el juego de posesión.
España encajó siete goles y marcó apenas uno de penal en sus dos primeros partidos, tras la paliza 5-1 que le propinó Holanda en el debut, y con la casilla en blanco ya no tiene opciones de meterse a la siguiente ronda del campeonato. Holanda superó 3-2 a Australia y junto con Chile son los dos clasificados por el Grupo B.
Así tal cual, España es apenas el tercer monarca vigente que se despide en primera ronda, siguiendo los pasos de Francia en 2002 e Italia en 2010.
“Seguramente sea una eliminación justa, han sido superiores a nosotros”, concedió el técnico español Vicente del Bosque, artífice de los éxitos en el Mundial de 2010 y la Eurocopa de 2012. “No tenemos ninguna disculpa”.
Mérito de Chile, por supuesto, y bastante.
Los sudamericanos avanzaron a octavos de final por segunda Copa consecutiva con un estilo que muchos han calificado como “suicida”: presión en todos los sectores del campo y una vocación ofensiva que suele dejarlos expuestos a los contragolpes y el juego aéreo.
España sí tuvo sus oportunidades de anotar óun remate de Xabi Alonso tapado a quemarropa por Claudio Bravo en el primer tiempo, otro cañonazo de larga distancia de Andrés Iniesta en el segundo que también atajó el arquero chilenoó pero fueron más bien jugadas aisladas, y no producto de las asociaciones que hizo famosa esta selección.
“(Chile) jugó un gran partido contra un rival necesitado, con mucha jerarquía, y lo ganó realmente muy bien, mostrando mucho los valores que tiene esta selección”, apuntó el timonel de Chile, Jorge Sampaoli.
Los cambios introducidos por Del Bosque respecto al equipo aplastado por los holandeses no surtieron el efecto deseado. Xavi Hernández, cerebro y portaestandarte de la mejor generación del fútbol español, quedó en la banca y no vio un solo minuto en cancha, relevado en ataque por Pedro Rodríguez en busca de una variante por la banda.
Eduardo Vargas y Charles Aránguiz hicieron los goles chilenos en un primer tiempo de alta tensión para los europeos, lentos en la recuperación e imprecisos en sus pases, pecados capitales para un equipo que vive y muere por el juego de posesión.
España encajó siete goles y marcó apenas uno de penal en sus dos primeros partidos, tras la paliza 5-1 que le propinó Holanda en el debut, y con la casilla en blanco ya no tiene opciones de meterse a la siguiente ronda del campeonato. Holanda superó 3-2 a Australia y junto con Chile son los dos clasificados por el Grupo B.
Así tal cual, España es apenas el tercer monarca vigente que se despide en primera ronda, siguiendo los pasos de Francia en 2002 e Italia en 2010.
“Seguramente sea una eliminación justa, han sido superiores a nosotros”, concedió el técnico español Vicente del Bosque, artífice de los éxitos en el Mundial de 2010 y la Eurocopa de 2012. “No tenemos ninguna disculpa”.
Mérito de Chile, por supuesto, y bastante.
Los sudamericanos avanzaron a octavos de final por segunda Copa consecutiva con un estilo que muchos han calificado como “suicida”: presión en todos los sectores del campo y una vocación ofensiva que suele dejarlos expuestos a los contragolpes y el juego aéreo.
España sí tuvo sus oportunidades de anotar óun remate de Xabi Alonso tapado a quemarropa por Claudio Bravo en el primer tiempo, otro cañonazo de larga distancia de Andrés Iniesta en el segundo que también atajó el arquero chilenoó pero fueron más bien jugadas aisladas, y no producto de las asociaciones que hizo famosa esta selección.
“(Chile) jugó un gran partido contra un rival necesitado, con mucha jerarquía, y lo ganó realmente muy bien, mostrando mucho los valores que tiene esta selección”, apuntó el timonel de Chile, Jorge Sampaoli.
Los cambios introducidos por Del Bosque respecto al equipo aplastado por los holandeses no surtieron el efecto deseado. Xavi Hernández, cerebro y portaestandarte de la mejor generación del fútbol español, quedó en la banca y no vio un solo minuto en cancha, relevado en ataque por Pedro Rodríguez en busca de una variante por la banda.