Ucrania,elpais.com.-El derribo del avión de pasajeros en el este de Ucrania,
con sus 298 ocupantes muertos, puede considerarse un crimen de guerra, afirmó
este lunes Navi Pillay, alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
El derribo del avión de Malaysian Airlines el 17 de julio fue una violación del
derecho internacional y, dadas las circunstancias, "puede ser un crimen de
guerra", según Pillay. "Es imperativa una investigación rápida,
completa, efectiva e independiente sobre este hecho", recalcó,
coincidiendo con la divulgación del
último informe de la misión de observadores enviada por su oficina a Ucrania.
En la presentación de este documento a la prensa, el jefe de la Sección
para las Américas, Europa y Asia Central del alto comisionado, Gianni
Magazzeni, dijo que "se necesita establecer los hechos y circunstancias de
lo sucedido" en relación con el avión. De este modo se podrán "definir
las siguiente etapas" y garantizar que "los responsables sean
juzgados", agregó. Sin embargo, recalcó que el organismo que la comisión
de la ONU que dirige Pillay no está directamente involucrada con las
investigaciones.
Los combates entre las fuerzas del Gobierno de Kiev y los
separatistas prorrusos han impedido por segundo día consecutivo que los
investigadores internacionales lleguen al lugar del impacto del vuelo MH17,
según informan fuentes gubernamentales y de los separatistas citadas por la
agencia Reuters.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa
(OSCE) ha asegurado en su cuenta oficial de la red social
Twitter que los
investigadores australianos y holandeses se han visto obligados a dar la vuelta
y regresar a Donestk al no poder aproximarse al lugar del impacto por
"motivos de seguridad". El dirigente separatista prorruso Vladimir Antiuféyev ha explicado a la prensa en Donetsk
que los milicianos prorrusos estaban escoltado a los investigadores
internacionales cuando se han percatado de los combates y han decidido
regresar.
"La situación en el este es
desesperada"
Sobre la situación de crisis en el este de Ucrania, la ONU estimó
este lunes que 1.129 personas han sido asesinadas desde el pasado junio en el
conflicto del este de Ucrania. La cifra de víctimas mortales se han triplicado
desde ese mes, cuando la ONU reportó 356 asesinatos.
En las regiones orientales de Donetsk y Lugansk los combates entre
las fuerzas gubernamentales y los grupos rebeldes prorrusos se han
intensificado en las últimas semanas, y últimamente las fuerzas gubernamentales
pudieron recuperar el control de la ciudad de Slaviansk, un base estratégica
para los rebeldes. Con la escalada de la violencia, la cifra de heridos ahora
es de 3.442 personas, precisó Magazzeni.
De manera general, el informe señala que "la situación en el
este es desesperada, con 104 edificios en manos de grupos armados, de los que
24 son instalaciones militares, 16 sedes administrativas y de autoridades
locales, 16 del Ministerio del Interior y 7 de los Servicios de
Seguridad". Por otra parte, la misión de observadores cree que en los
próximos meses puede haber una nueva ola de desplazados de la península de Crimea - anexada por Rusia en marzo - por el
acoso que están sufriendo allí las minorías.
"Las
fuertes restricciones, el continúo acoso y la discriminación contra ucranianos,
tártaros y representantes de minorías en general" pueden dar paso a un
nuevo éxodo, afirman en su evaluación. Esos grupos étnicos y nacionales tienen
limitados sus derechos de reunión, de asociación y de expresión, al tiempo que
con fines de trabajo todos los ciudadanos ucranianos que viven en Crimea y han
rechazado adoptar la nacionalidad rusa son ahora considerados como extranjeros.
La ONU estima que hasta ahora, unas 14.000 personas han