Viendo las granjas de tilapias de las mujeres de Bombita y de El Tamarindo, las de Palo Alto, Barahona, quisieron tener igual. Les sugirieron mejor criar conejos y así hicieron. “Hay un después mejor, dicen, luego de la visita de Danilo Medina”.
Y no hablan caballá estas mujeres: la primera venta fue de 300,000 pesos. Tienen para vender 800 mil y hasta un millón de pesos.
La fertilidad de la coneja es asombrosa, aunque varía según la raza. Al año, una buena coneja debe parir 6 veces, destetar 50 a 60 crías y producir entre 135 y 150 libras de carne.
35 socias tiene la Asociación del Agro La Altagracia y 5 años de fundada.
Neida Ivelisse Pérez, su presidenta, cuenta la historia de la granja. En principio, como ya se dijo, para buscar ingresos para la familia, la decisión fue ponerse a engordar tilapias y carpas como sus amigas de Bombita y de El Tamarindo, pero como es de sabios escuchar y dejarse asesorar, prefirieron seguir el consejo de Antonio -Papi– López, director del FEDA (Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario), y en vez de tilapias, montaron una granja de conejos.
El FEDA financió la instalación y estructura de la granja con 5 millones de pesos, pero además dio capacitación para la gestión de la granja.
En perspectiva: venderle a hoteles, restaurantes y supermercados.
Las mujeres de Palo Alto, Barahona, son trabajadoras y emprendedoras como las que más. Como ciudadanas tenían (tienen) derecho al crédito y a recibir la solidaridad del Estado.
Pedían que se les diera una oportunidad, les hacía falta el financiamiento solidario del gobierno de Danilo Medina, aquel que otorga sin mayores garantías que su asociatividad legalmente reconocida, que exige el firme compromiso de devolver hasta el último centavo prestado y que se entrega a una tasa de interés anual de 5% (0.41% mensual) que es la tasa adecuada para que los productores puedan prosperar.
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