Los Angeles, elpais.es.-Pocas veces han conocido límites los 'paparazzi', esa masa ingente de fotógrafos que desde hace años campan a sus anchas por los alrededores de las mansiones de Bel-Air y Beverly Hills en busca de una instantánea del celebérrimo de turno paseando a su perrito, saliendo a correr o, con suerte, protagonizando una escena en actitudes lascivas. Pero no siempre logran su objetivo tras largas horas de espera, y por eso ahora la solución para ampliar su espectro de acción pasa por usar drones o, lo que es lo mismo, vehículos aéreos no tripulados.
De acuerdo a una de las mayores agencias de 'paparazzi' que existen, AKM-GSI, ya ha comenzado la venta de vídeos captados por aparatos sobrevolando las residencias de las 'celebrities', escenas que podrían dar mucho juego para las agencias de prensa y los medios interesados, pero que a la vez puede constituir una invasión de privacidad más allá de lo que hasta ahora han venido protagonizando los fotógrafos sensacionalistas a diario.
Sin embargo, para el dueño de la compañía, Steve Ginsburg, no hay problema ninguno en grabar tomas aéreas con los drones puesto que no hay ley que lo prohíba hasta que un tribunal de justicia no diga lo contrario. Eso sí, Ginsburg aclara que ha preferido no entrar en el conflicto de vender imágenes con los famosos pululando por sus casas, sino sencillas tomas aéreas de las lujosas residencias.
Eso después de que reconociera haber tenido acceso a imágenes de Miley Cyrus en su casa de Los Angeles, y que la cantante se diera cuenta del aparato que sobrevolaba su casa. "Tenemos el mayor respeto por las celebridades y mantenemos nuestra palabra de que no distribuiremos ningún vídeo captado por drones con famosos en propiedad pública o privada", señaló Ginsburg. Es un sistema de negocio, no obstante, que podría mover mucho dinero si otras agencias con menos escrúpulos deciden vender imágenes de famosos en sus casas y violar su privacidad de una forma tan agresiva. Veremos.