Islamabad. La paquistaní Malala Yusufzai , se convirtió este viernes en la persona más joven, con solo 17 años, en obtener el Premio Nobel de la Paz, un logro alcanzado por su defensa de la educación femenina después de casi pagar con la vida su apoyo a la causa.
“A pesar de su juventud, ya ha luchado durante varios años por el derecho de las niñas a la educación y ha mostrado con su ejemplo que niños y jóvenes también pueden contribuir a mejorar su propia situación”, afirmó el Comité del Nobel al anunciar el premio.
Su nombre saltó a la palestra al saberse que ella era la niña que escribió un blog en la web de la BBC, la televisión pública británica, bajo el seudónimo de Gul Makai durante la dominación talibán del valle del Swat, en el norte de Pakistán, entre los años 2008 y 2009.
Fue en esa época cuando muchos niños, y sobre todo muchas niñas, se quedaron sin escuelas primero por la prohibición de los talibanes y luego por los intensos combates que duraron casi medio año. Eso catapultó su fama en Pakistán y le dio cierta notoriedad internacional, en parte por el impulso de su padre, propietario de una escuela en Mingora (principal ciudad del valle), aunque esa misma fama le acarreó cada vez más enemistades entre los radicales.
La niña hizo una encendida defensa del derecho de las niñas a ir a la escuela y explicó como, a pesar de las prohibiciones de los talibanes en su región, ella y otras niñas burlaban los obstáculos y seguían asistiendo a clase gracias al valor de algunas maestras.
Su discurso -y algún comentario considerado provocador en Pakistán, como decir que tenía como referente al presidente estadounidense, Barack Obama- acabó llenando el vaso de la ira de los extremistas, que enviaron a sus pistoleros a Mingora.
El 9 de octubre de 2012, la joven volvía a su casa tras realizar unos exámenes cuando el vehículo en el que viajaba con otras quince niñas fue abordado por dos hombres armados que preguntaron quién era Malala y, tras identificarla, le dispararon.