Es el rayo que no cesa. El papa Francisco sigue aprovechando cualquier oportunidad para denunciar los pecados de la Curia. Con cariño, pero también con dureza. El papa Francisco aprovechó la audiencia navideña a los hombres que le ayudan –aunque no siempre—a dirigir los destinos de la Iglesia para advertirles de las enfermedades más comunes que minan la salud del Vaticano. Desde “sentirse inmortales e indispensables” al alzhéimer espiritual –la pérdida de la memoria de Dios--, pasando por la mundanidad, el exhibicionismo, la vanagloria o “el terrorismo del chismorreo”. Un catálogo de 15 enfermedades y sus posibles tratamientos.