Yahoo.com.-Le llaman ‘El lobo de Wall Street’. Había ganado 72 millones de dólares jugando en bolsa,nada más y nada menos que invirtiendo durante los recreos. Y todo con tan solo 17 años: un mega crack de las finanzas. Vamos, la historia del siglo para muchos medios que ayer contaron con profusión de detalles la vida y obra de Mohammed Islam. Pero todo era demasiado bonito: 24 horas después el propio protagonista ha negado la veracidad de la historia.
El propio Mohammed fabricó la milonga y se la coló a todos los grandes medios.Todo empezó con una entrevista al New York Magazine en la que Islam explicaba su fantástica suerte. En el reportaje se puede leer que el joven invertía en bolsa en sus ratos libres, y aunque se mostraba tímido, confesaba que había ganado una cifra de “ocho dígitos”.
El propio Mohammed fabricó la milonga y se la coló a todos los grandes medios.Todo empezó con una entrevista al New York Magazine en la que Islam explicaba su fantástica suerte. En el reportaje se puede leer que el joven invertía en bolsa en sus ratos libres, y aunque se mostraba tímido, confesaba que había ganado una cifra de “ocho dígitos”.
Al ser preguntado por la periodista, finalmente reconoció llevar ganados unos 72 millones de dólares (58 millones de euros). Y eso que no había ni empezado con sus estudios para poder ser agente de bolsa, que era la gran ilusión de su vida.
Islam aseguraba haberse forrado en los últimos meses invirtiendo en los mercados del oro y el petróleo. Además, planeaba lanzar su propio fondo de alto riesgo cuando cumpliera 18 años el próximo mes de junio.
Y además de hábil, generoso. El New York Magazine también contaba que al chaval le encantaba invitar a todos los amigos de su clase a carísimas cenas, en las que se llegaba a gastar 400 dólares solo en caviar. Pero todo era una gigantesca trola.
Mohammed, que proviene de una familia humilde -sus padres son inmigrantes bengaliés que viven en la Gran Manzana- confesó haberse inventado toda la historia minutos antes de ser entrevistado en un programa de televisión de la cadena CNBC. Ante los redactores que preparaban las preguntas, reconoció haber ideado todo junto a su amigo Damir Tulemaganbetov, que en la historia del New York Magazine aparecía como su socio.
La realidad es que el impostor ni es rico, ni ha jugado un solo euro en la bolsa. Además, también explica que sus mentiras han enfadado a su familia, especialmente a su padre, que ha amenazado con renegar de él si no confesaba la verdad. Desde que toda la historia se conoció, Islam duerme fuera de casa por vergüenza a enfrentarse a sus progenitores.
Por su parte, el New York Magazine se ha defendido asegurando que el reportaje original “solo se hace eco del rumo de un joven que ha ganado 72 millones de dólares. Islam nos enseñó documentos bancarios que probaban unas ganancias de cifras con ocho dígitos”. Documentos que han resultado ser falsos y que han dejado en muy mal lugar al medio.
Mohammed, que proviene de una familia humilde -sus padres son inmigrantes bengaliés que viven en la Gran Manzana- confesó haberse inventado toda la historia minutos antes de ser entrevistado en un programa de televisión de la cadena CNBC. Ante los redactores que preparaban las preguntas, reconoció haber ideado todo junto a su amigo Damir Tulemaganbetov, que en la historia del New York Magazine aparecía como su socio.
La realidad es que el impostor ni es rico, ni ha jugado un solo euro en la bolsa. Además, también explica que sus mentiras han enfadado a su familia, especialmente a su padre, que ha amenazado con renegar de él si no confesaba la verdad. Desde que toda la historia se conoció, Islam duerme fuera de casa por vergüenza a enfrentarse a sus progenitores.
Por su parte, el New York Magazine se ha defendido asegurando que el reportaje original “solo se hace eco del rumo de un joven que ha ganado 72 millones de dólares. Islam nos enseñó documentos bancarios que probaban unas ganancias de cifras con ocho dígitos”. Documentos que han resultado ser falsos y que han dejado en muy mal lugar al medio.