Londres (EFE).- Una niña británica de siete años, discapacitada debido al alcoholismo de su madre durante el embarazo, no recibirá la compensación del Gobierno ya que la justicia considera que beber excesivamente durante la gestación "no es un delito".
La Corte de Apelación de Londres argumentó al desestimar el caso que beber excesivamente durante la gestación "no es un delito en la legislación británica".
Por este motivo, la pequeña, que está bajo el cuidado de las autoridades en una localidad en el noroeste de Inglaterra, no tiene derecho a recibir dinero del gubernamental programa de compensación para las víctimas del delito.
"La razón central (de la decisión) es que hemos determinado que una mujer embarazada que bebe en exceso pese a saber las potenciales consecuencias para el feto de sus acciones, no es culpable de delito en nuestra legislación si posteriormente su bebé nace discapacitado", señalaron los jueces.
El Ayuntamiento inglés que está a cargo de la pequeña, cuyo nombre no se ha difundido, había presentado la demanda para conseguir una compensación que ayudara en su cuidado.
Los abogados habían argumentado que, al beber demasiado, la madre había cometido el delito de envenenamiento de otra persona, algo que ha rechazado el tribunal.
El caso sienta precedente en el Reino Unido, pues de haber optado los jueces por compensar a la pequeña se hubiera criminalizado por primera vez el consumo excesivo de alcohol durante el embarazo.
Según los expertos, ello hubiera podido llevar a las madres que fuman o beben en exceso a eludir las visitas médicas requeridas en el periodo de gestación o incluso a abortar si hubieran temido una posterior querella.
La niña, cuya madre bebió unas ocho latas de cerveza y media botella de vodka diarias durante el embarazo, nació con síndrome de alcoholismo fetal y padece retraso en su desarrollo físico y mental, así como problemas de memoria y comportamiento. EFE