Cinco pesticidas, entre ellos uno de los más utilizados en el mundo, fueron calificados como "posibles" o "probables" cancerígenos por la agencia del cáncer de la Organización Mundial de la Salud.
El glifosato, presente entre otros en el Roundup, uno de los herbicidas más vendidos, y los insecticidas malatión y diazinón fueron clasificados cancerígenos "probables para el hombre" aunque las "pruebas son limitadas" según la Agencia internacional de investigación sobre el cáncer (IARC), cuya sede se halla en Lyon (centro-este de Francia).