El dato se dio a conocer durante el acto de conmemoración del Día Mundial de Lucha contra el Trabajo Infantil que encabezó este viernes la vicepresidenta de la República, doctora Margarita Cedeño de Fernández, mediante el cual busca concienciar a la población sobre esa problemática que afecta a la sociedad dominicana
SANTO DOMINGO.- En la República Dominicana cerca de 100 mil niños, niñas y adolescentes han dejado de ser explotados laboralmente en los últimos diez años, y más de 250 mil cabezas de familia participantes del programa Progresando con Solidaridad (PROSOLI) han sido capacitados en el combate del trabajo infantil, como resultado de las acciones conjuntas desarrolladas por el Gobierno a través del Gabinete de Coordinación de Políticas Sociales y el Ministerio de Trabajo, con el apoyo la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El dato se dio a conocer durante el acto de conmemoración del Día Mundial de Lucha contra el Trabajo Infantil que encabezó este viernes la vicepresidenta de la República, doctora Margarita Cedeño de Fernández, mediante el cual busca concienciar a la población sobre esa problemática que afecta a la sociedad dominicana.
Estas cifras se han logrado gracias a la aplicación de acciones desde Prosoli que dirige la Vicepresidencia de la República con el objetivo de contribuir a la prevención y erradicación de este flagelo en menores de entre 5 y 17 años de edad de las familias que participan en la iniciativa social.
En el encuentro realizado en el Salón Verde del Palacio Nacional se presentaron los resultados del trabajo encabezado por la Vicepresidenta a través de Prosoli en San Juan de la Maguana, Elías Piña y Bahoruco para retirar del trabajo infantil y sus peores formas a niños, niñas y adolescentes de entre cinco y 17 años que están inmersos en actividades remuneradas o no que son impropias para su edad.
De acuerdo con la directora de Prosoli, Altagracia Suriel, en estas zonas se ha logrado un mayor impacto en la reducción del flagelo, siendo estas la de mayor índice de pobreza y con las tasas más altas de trabajo infantil en el país.
“Más de 100 mil niños, niñas y adolescentes han dejado de ser explotados, de acuerdo a la última Encuesta Nacional de Trabajo Infantil 2009-2010. Estamos seguros que los próximos levantamientos confirmarán un descenso aún mayor”, indicó Suriel.
Señaló que la reducción de la pobreza, el acceso a educación de calidad, mejores oportunidades de empleo de los adultos responsables del cuidado de los niños y niñas, y eliminar las normas sociales que legitiman la problemática han sido claves para la erradicación del trabajo infantil en el país.
“Estamos implementando jornadas de orientación en los hogares Prosoli; hemos identificado mecanismos de corresponsabilidad para quienes tengan a sus niños trabajando no reciban los beneficios de los programas sociales; hemos capacitado a más de 250 mil madres y padres de niños y niñas vulnerables al trabajo infantil; hemos focalizado la lucha contra este mal”, destacó.
De su lado, la oficial subregional de la OIT, Noortje Denkers, sostuvo que un punto importante en la reducción se debe al fortalecimiento de capacidades del personal de Prosoli en las zonas intervenidas y en la detección del flagelo; la formación de multiplicadores capaces de brindar alternativas a las familias sobre prevención de la violencia y del trabajo infantil; y también el mejoramiento de los instrumentos de detección, entre otros logros.
“El Gabinete Social de la República Dominicana es uno de los gabinetes de la región que en coordinación estrecha con el Ministerio de Trabajo, y con el apoyo de la OIT han realizado esfuerzos para acelerar el ritmo de la reducción del trabajo infantil por medio de los programas sociales”, indicó.
Durante el acto participaron también la viceministra de Trabajo, Sofía Ascona; el exvicepresidente de la República, Rafael Alburquerque; la representante de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en el país, Araceli Azuara; y el subdirector de Prosoli, Héctor Medina.
También en representación de las familias del programa, Petronila Peña, así como representantes de distintos ministerios y de la OIT, entidad con la cual el Gobierno dominicano, a través del Gabinete de Coordinación de Políticas Sociales y el Ministerio de Trabajo, ejecuta acciones para retirar 100 mil niños, niñas y adolescentes del trabajo y declarar al país libre de ese mal al año 2020.
En el acto también se presentaron resultados del proyecto Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y sus Peores Formas en Hogares Beneficiarios de Prosoli, en impresos que incentivan a la población a unirse a la lucha contera el trabajo infantil, y el Kit de Capacitación sobre Prevención del Trabajo Infantil, con el que se formará personal público y privado sobre cómo dirigir las campañas sobre erradicación del trabajo infantil.
Entre los temas abordados en la actividad se encuentran el Panorama regional y mundial: 12 de junio, República Dominicana como país impulsor de la iniciativa regional y metas post 2015; vínculo entre el trabajo infantil y la educación, importancia de la educación de calidad para la erradicar el trabajo infantil, entre otros.
El pacto que fue ratificado en 2012 se enmarca en las metas trazadas para la Región por la Hoja de Ruta de la OIT que busca reducir el trabajo infantil peligroso para el año 2016 y su eliminación para el 2020 a través de una serie de recomendaciones interinstitucionales que involucra políticas sociales focalizadas, fortalecer los sectores de educación y salud, el establecimiento de un marco normativo, la sensibilización social del problema y la concientización de los involucrados.
Se considera trabajo infantil peligroso a aquellas actividades que por su naturaleza puede causar la muerte, lesiones o enfermedades como consecuencia de las malas condiciones de seguridad y salud, como aquellas que puedan dañar la integridad de la persona, tales como labores agrícolas en donde los niños estén expuestos a químicos y pesticidas, cargas pesadas, minería y prostitución.
Desde abril de este año Prosoli inició la capacitación de una red de voluntarios y miembros de instituciones gubernamentales y de la sociedad para el rastreo y concientizarán en las diferentes comunidades a las familias en las que los niños laboran.