El Ministerio de Salud continúa desarrollando esfuerzos para mejorar la calidad de la atención por dengue, impartiendo capacitaciones y actualizaciones sobre el tema a más de 7 mil integrantes del personal de salud, al tiempo que exige a todo profesional de la medicina haber recibido la capacitación en dengue como pre-requisito para ingresar a los hospitales y centros del Primer Nivel de Atención.
Del mismo modo, explicó Guzmán Marcelino, el Ministerio de Salud también capacita al personal de salud para que desarrolle recursos de comunicación y orientación con los pacientes y sus familiares sobre las formas de prevenir el dengue e identificar signos de alarma.
En cuanto a la orienta a la ciudadanía, mantiene sus recomendaciones sobre la necesidad de adoptar medidas domésticas de autoprotección y reducción de riesgos, tapando bien tapada el agua que necesita almacenar y eliminando los criaderos del mosquito Aedes Aegypti, transmisor del virus, porque “con estas acciones, además del dengue, las personas pueden prevenir otras enfermedades, como son la fiebre por chikungunya y el Zica virus”.
Exhorta a que cuando una persona enferma presente alguno de los signos de alarma, acuda de inmediato al centro de salud más cercano, así como dar seguimiento estrecho durante los dos primeros días que desaparece la fiebre, pues este es el período crítico de la enfermedad.
Identificó como signos de alarma del dengue el dolor abdominal intenso y continuo, vómitos frecuentes, somnolencia marcada, dificultad para respirar, sangrado por la piel o mucosas, palidez, frialdad de las extremidades, cambio de la conciencia, confusión mental, la irritabilidad y las convulsiones.
El Ministerio de Salud exhortó a los profesionales de la salud para que actúen con la visión de que el dengue es una enfermedad sistémica, dinámica y de evolución poco predecible, cuyo agravamiento puede evitarse con una adecuada reposición de líquidos.
En el manejo de la fiebre, dijo, debe evitarse el uso de medicamentos que alteran la función de las plaquetas, como son la aspirina, dipirona, diclofenac, ibuprofen y otros antiinflamatorios no esteroideos.