Acuerda con PUCMM efectuar un programa en 22
escuelas
del Gran Santo Domingo y Santiago
El
Banco de Reservas y la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM)
firmaron un acuerdo de colaboración que contribuirá a promover entre miles de
estudiantes el conocimiento de la situación hídrica nacional, una iniciativa
que se cristaliza con un aporte de RD$7.7 millones que efectuó esa institución
financiera.
El
contrato, que formaliza el Programa de Educación Temprana sobre el Agua,
establece que Banreservas y la PUCMM cofinanciarán la iniciativa que se pondrá
en práctica en 22 escuelas públicas y alcanzará alrededor de 5,000 estudiantes
para motivarlos a participar en la solución colectiva de los problemas
relacionados con el agua.
El
convenio fue firmado entre Enrique Ramírez Paniagua, administrador general de
Banreservas y el presbítero doctor Ramón A. de la Cruz Baldera, rector de la
PUCMM, en el salón de la Rectoría de esa academia de altos estudios.
Ramírez
Paniagua resaltó que educar a la juventud y a toda la ciudadanía sobre este
valioso recurso “es una tarea impostergable de todos nosotros, cuando somos conscientes
de que éste puede agotarse y que está muy mal distribuido en el mundo”.
Al resaltar la importancia del
convenio, el rector de la academia dijo que esta colaboración conjunta
contribuirá a educar a los niños y jóvenes dominicanos sobre el uso racional
del agua, cuya escasez provoca inconvenientes en las actividades cotidianas de
muchos sectores del país, al tiempo que en algunas partes del mundo ha
provocado guerras y disturbios.
“Aprender jugando”
El
aporte financiero del banco forma parte de su Plan de Responsabilidad Social
Corporativa, y posibilitará la concienciación de estudiantes de educación
inicial, básica y media de escuelas públicas.
La
universidad acordó diseñar y aplicar un programa de monitoreo y evaluación
sistematizada de la primera fase de la iniciativa, con el objetivo de
introducir mejoras o adecuaciones si fueran necesarias para hacerla más
eficiente.
Diez
de los centros escogidos pertenecen a Villa Mella, en Santo Domingo Norte; uno
en Villa Juana, en el Distrito Nacional, y 11 en diferentes sectores de
Santiago.
Los
estudiantes seleccionados para el Programa de Educación Temprana sobre el Agua
trabajarán en tres grupos -inicial, básica y media- en los que podrán realizar
recorridos para apreciar y comprender el proceso de purificación, tratamiento y
otros usos económicos e industriales de este recurso natural.
El
programa se desarrollará en cuatro módulos: “Recepción e introducción”, “El
mundo del agua”, “El agua en República Dominicana” y “Los retos del agua”. Para
impartir las clases se usará la metodología “Uno para todos”, de la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO, por sus siglas en inglés).
Conferencias,
charlas y proyecciones de videos educativos complementarán esta formación,
concebida como una inversión social a corto, mediano y largo plazo para la
preservación del medioambiente.
Los
contenidos están concebidos con el enfoque “Aprender haciendo, aprender
jugando”, para que los participantes se instruyan de manera amena sobre la
situación mundial y local del agua.
Los
esfuerzos se centran en la búsqueda del conocimiento a partir de la interacción
con la realidad del agua en sus entornos cotidianos. Para eso se crearon tareas
interactivas que enseñarán a los alumnos técnicas para su manejo en los hogares.
El
Programa de Educación Temprana sobre el Agua también cuenta con el auspicio del
Ministerio de Educación (MINERD) y la Corporación del Acueducto y
Alcantarillado de Santiago (CORAASAN), así como la asesoría de la UNESCO y el
Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI).
Situación del agua en el mundo
El
administrador general de Banreservas, Enrique Ramírez Paniagua, citó cifras de
la Organización Mundial de la Salud que indican que 1,500 millones de personas
-equivalentes al 20 por ciento de la humanidad- consumen agua sin garantías
sanitarias y en cantidades muy insuficientes, lo que provoca que más de tres
millones de personas mueran cada año por contaminación o escasez del preciado
líquido.
Explicó
que son dramáticos los datos sobre la situación hídrica en el mundo, y que si
bien el líquido cubre el 70.8% de la superficie del planeta, solo el 2.5% del
agua existente es denominada dulce y que de esa cantidad solo el 1% está
disponible para consumo.
Al
lamentar que cada 24 horas mueren ocho mil niños por esa causa, Ramírez
Paniagua exclamó: “Por todas esas razones, científicas y humanitarias, conviene
educar a todo nuestro pueblo, para garantizar este indispensable recurso
natural a las generaciones presentes y futuras”.