¿Qué va a pasar ahora? Es la pregunta que todo el mundo tiene en su mente. Porque que ha habido un referéndum para decidir si el Reino Unido se va de la UE y que la gente ha votado que sí, eso ya lo tenemos claro, pero a partir de ahí, todo es muy ambiguo, apenas hay nada definido, aunque una cosa está clara: el referéndum no es definitivo, y no va a ser fácil cumplir la voluntad del pueblo británico.
¿Qué tipo de salida de la Unión Europa han votado exactamente los británicos?
La respuesta es sencilla: no se sabe. Los británicos han dado su opinión pero no se conocen las condiciones de esta salida, de hecho, no se han negociado. Los términos de la salida tendrán que ser negociados por todos los miembros de la UE, en una reunión que no tiene fecha pero que se presumirá larga, puesto que cada uno pondrá sus condiciones y sus vetos. El proceso es tan complejo que, una vez decidido el acuerdo, tendrá que ser ratificado en todos los parlamentos, así que nos podemos encontrar con que, paradójicamente, a los partidos políticos españoles les dé por tumbar en España el acuerdo. Vamos, que pende de un hilo.
¿Cuánto va a durar el proceso?
Los expertos hablan de mínimo 2 años, activando el artículo 50 del Tratado de Lisboa, pero podría prolongarse mucho más, porque existe un marco legal pero el proceso es inédito. A su vez, el Gobierno británico (el que lidere entonces, tras la dimisión de Cameron) tendrá al mismo tiempo que negociar su salida con Bruselas, activar tratados de comercio con nuevos estados y cambiar las leyes de su propio país. Durante todo este tiempo, UK seguirá cumpliendo las leyes de la UE aunque no tenga voz en la toma de decisiones.
¿Qué va a pasar con los europeos extranjeros que viven en el Reino Unido?
A corto plazo, nada (así lo ha corroborado el primer ministro) A largo plazo, no se sabe. Los que han hecho campaña por el Brexit aseguraban que esta decisión no afectará a los tres millones de personas extranjeras de la UE que ahora mismo viven en el Reino Unido, y que tendrían permiso indefinido para quedarse en la región, pero son palabras que no están puestas en papel y que tendrán que negociarse en Bruselas.
¿Y con los que a partir de ahora quieran ir a vivir allí? ¿Y con el comercio?
Tampoco está seguro, aunque parece claro que se instaurarán unas restricciones que hasta ahora no existían, pero todo dependerá del modelo de que quiera el Reino Unido. Una vez fuera de la UE, se asumen las leyes mundiales de comercio, que implicarían aranceles para todos los productos, lo que según los expertos, llevaría a empequeñecer la economía del Reino Unido un 7,5% para el año 2030. La alternativa, por tanto, sería que la región firmara acuerdos de libre comercio con determinados países, pero ese libre comercio incluiría a las personas, por lo que da la sensación de que si el Reino Unido quiere libre comercio, tendrá que tragar con la inmigración, y viceversa.
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