Jose Rafael Sosa
CANNES. Riviera
Francesa. En los veredictos del festival,
marca del cine para el mundo, ha habido de todo y para todos. Hay lauros a una
amplia y variada gama de corrientes, posturas, y compromisos con el arte y la
vida y hasta lauros a la obvia provocación
desde pantallas.
La Palma de Oro fue para
Shoplifters, del director Hirokazu Kore-Eda, por la historia centrada en una familia
que tiene que robar comida en supermercados, logrando un emotivo
retrato de supervivencia y amor familiar.
El Gran Premio de Cannes
al director afroamericano Spike Lee, por BlacKKKlansman, en tono de comedia
dramatica, sobre la infiltración en la cúpula del Ku Klux Klan por un policía
negro en los años 70´s.
Capharnaum, extraordinaria
sinfonía cinematográfica de ternura y llanto de la directora libanesa Nadine Labaki,
Emocionalmente manipuladora y cruelmente dulce sobre los universos infantiles
enajenados por el robo temprano en las calles de Beirut. Debe aparecer en 2019
como postulante del Libano a los Oscares.
El premio al
mejor director fue a manos el polaco Pawel Pawlikowski, por su magnífica Guerra fría. El premio al mejor guión ex-aequo, fue un
empate a los Lazzaro Felice, de su guionista y directora Alice
Rohrwacher, y a 3
Se Rokh (3 Visages), del iraní Jafar Panahi.
Una Palma de Oro
especial fue a El Libro de la Imagen,
del Jean-Luc Godard.
En
la segunda competencia en importancia, Una cierta mirada (Un certain regart),
se premia al triller romántico Frontera
de Ali Abbasi, de Bélgica
y el
filme Muchacha ,
dirigido por Lukas Dhont, gana la Cámara de Oro.
Gaspar
Noe con Climax obtuvo el primer lugar en la Quincena de Realizadores),
provocación, estilo personalísimo y proyecto rodado sin guion, parlamentos o
técnicas tradicionales de producción, como cine de choque.
Cine iberoamericano ausente
La única oportunidad que
el cine iberoamericano, subió a recoger un primer lugar fue en la sección
oficial de Cinefundation, cuando el estudiante de la Escuela de Cine de la Universidad de Chile, Diego Céspedes
con su corto El verano del León Eléctrico.
Esta
fue una edición de Cannes de un notable ausentismo del talento cinematográfico
iberoamericano. Una pena
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Arte y espectaculos