Un joven de Nueva Orleans (EE.UU.), que murió después de haber sido disparado en la cabeza el pasado 25 de junio, fue despedido, en palabras de su familia, haciendo lo que más amaba: Ver frente al televisor a sus amados Celtics.
El cuerpo de Renard Matthews, de 18 años, fue colocado en un sillón frente a un televisor donde se emitía un partido de baloncesto durante su velatorio en la Funeraria Charbonnet Labat Glapion en el barrio de Treme. También, cubrieron su cuerpo con una camiseta de los Celtics y le colocaron en una mesita contigua una bolsa de snacks. En sus manos sus familiares dejaron un mando de una consola de videojuegos.
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