SANTO DOMINGO (Licey.com).- Julio Borbón ha entendido que, a sus 33 años, está en una etapa muy importante “y hasta crucial” de su carrera dentro del béisbol y decidió su retiro como jugador activo “por decisión propia”, para emprender la de coach “full time” y se ha unido a la organización Yankees de Nueva York.
“Mi estado mental está en condiciones ideales y de verdad que me siento muy contento con mi carrera, lo que pude lograr dentro del terreno, la experiencia que adquirí y las amistades que formé siempre irán mucho más allá del juego”, expresó el jardinero que disputó con los Tigres del Licey sus tres últimas temporadas en el béisbol invernal dominicano. Antes lo hizo con las Águilas del Cibao.
Bateador zurdo, aseguró que su familia le apoyó en su decisión de retirarse de una carrera que lo llevó a Grandes Ligas en partes de cinto temporadas con Texas Rangers, Chicago Cubs y Orioles de Baltimore.
“Mi familia me apoyó cien por ciento en mi decisión, como siempre lo hizo desde aquél día en que decidí hacer de este deporte (el béisbol) mi carrera, que estaba en una etapa de tomar decisiones, de si ir a la Universidad o empezaba mi carrera como profesional”, expresó en una entrevista en el programa “Míster Deportes”, del periodista Frank Camilo a traves de los 92.5 Fm de CDN Radio.
“Ahora tengo otros retos y otras metas las cuales me tienen muy contento y emocionado, que es la de ayudar y enseñar a otras personas, en este caso, a otros jugadores”, confió.
Añadió que lo último es algo que ha aprendido de su padre, del mismo nombre, quien aseguró tiene 40 años enseñando su carrera, como profesor de Fitopatología (ciencia del diagnóstico y control de las enfermedades de las plantas).
“Y hasta aquí llegó Julio Borbón como jugador; me siento muy contento, orgulloso y alegre por los comentarios buenos que me ha hecho la fanaticada y estaré como coach ‘full time’; y no tengo intención de hacer otro intento de regreso ni mantenerme como jugador activo”, sentenció.
En ese orden, significó que sus prioridades han cambiado bastante, ya que la familia, que obviamente ha crecido con su hija y esposa, quiere dedicarles más tiempo y embarcarse en otra etapa de su vida, “que me va a llenar de mucha satisfacción, de tener ese reto del día a día, así, que hasta aquí es”, finalizó.
Liceista desde niño, su sueño fue jugar para los Tigres y luego de hacerse profesional para la organización Ranger de Texas, hasta practicaba con el equipo azul en el parque Quisqueya.
Pero sus sueños se vieron truncados al ser seleccionado por las Águilas en la segunda ronda del Sorteo de Novatos de 2008. Con ellas participó en tres campañas, la primera de ellas ese mismo año, una gran temporada. En 2011-12 actuó para Leones del Escogido.
Arribó al Licey en la estación 2013-14, pero se alejó hasta la 2017-18, cuando le brindó su mejor actuación, estabilizando la alineación como un formidable bateador abridor.
En 36 partidos y 135 turnos oficiales, bateó .333, con 45 imparables, entre ellos nueve dobles, dos triples, tres jonrones, 21 carreras impulsadas, 24 anotadas, misma cantidad de bases por bolas y ponches (22), porcentaje de embasarse (OBP) de .438 y con su SLG de .496 (promedio de bases alcanzadas), elevó su OPS a .934.
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