Santo Domingo, .Merck, la empresa de ciencia y tecnología,ha indicado que a pesar de ser
una pequeña glándula que ocupa un espacio en el frente inferior del cuello,
justo arriba de la tráquea, la tiroides cumple un papel fundamental en la salud
y bienestar de los seres humanos[1].
Las hormonas que produce son responsables de regular el metabolismo, asegurar
que los tejidos y órganos del cuerpo trabajen de manera apropiada; y tienen
efecto en la frecuencia cardíaca, el nivel de colesterol, la regularidad
menstrual y la memoria, entre otros.
A pesar de que muchas veces la persona desconoce si tiene algún
problema con la glándula tiroides, se estima que hay más de 200 millones de
pacientes, en el mundo, que sufren alguna afectación tiroidea[2],
la mayoría de estos casos son mujeres.
Su cuidado y chequeo periódico es determinante, no solo para evitar o
atender de manera oportuna alguna enfermedad de la tiroides, sino también para
controlar y evadir otras patologías como son las enfermedades cardiovasculares.
Estudios científicos han determinado que las hormonas tiroideas tienen
efectos directos sobre el sistema cardiovascular, y que la alteración de estas
glándulas se asocia con un mayor riesgo de arritmias y muerte cardiovascular.
Cuando la tiroides es muy activa y produce más hormonas de las que el
cuerpo necesita, se denomina hipertiroidismo, condición que genera pérdida de
peso, aumento de la frecuencia cardiaca, sensibilidad al calor, sudoración
excesiva, ansiedad, evacuaciones flojas, irritabilidad, cansancio, debilidad y
trastornos en la menstruación[3],[4].
Según datos arrojados por una investigación del Hospital Universitario Gentofte
en Hellerup (Dinamarca), y publicado en la revista British Medical Journal
(BMJ)[5],
todos estos síntomas conllevan a un mayor riesgo de desarrollar fibrilación
auricular, el tipo de arritmia cardiaca más frecuente, que se caracteriza por
latidos cardiacos irregulares y un importante factor de riesgo para el
accidente cerebrovascular isquémico e insuficiencia cardiaca[6].
En sentido contrario, cuando la glándula no es lo suficientemente
activa se le llama hipotiroidismo, condición que provoca aumento de peso,
fatiga, lentitud, dificultad para lidiar con las bajas temperaturas, debilidad,
estreñimiento, depresión, sangrados menstruales abundantes y hasta ronquera[7].
Con el hipotiroidismo todos los músculos del cuerpo se ven afectados, incluido
el corazón. Empeora el perfil lipídico, promoviendo la formación de placas de
colesterol y la aparición de eventos isquémicos, que pueden derivar en
mortalidad cardiovascular, según un estudio publicado por el Colegio de
Cardiología Americano, JACC por sus siglas en inglés[8].
En el caso específico del hipotiroidismo, cuya condición es incurable
y es ocho veces más común en las mujeres que en los hombres, los síntomas
suelen ser muy diversos y variados porque la glándula tiroidea ayuda a regular
muchas funciones distintas del cuerpo. Sin embargo, si no se atienden a tiempo,
la condición del paciente puede empeorar y causar complicaciones más serias que
incluso podrían ser mortales.
Es por esta razón que en el marco de la semana de la tiroides, la
Federación Internacional de la Tiroides y Merck hacen un llamado a la población
a estar atenta a los síntomas y no descartar un chequeo de la tiroides, toda
vez que esto podría representar una detección temprana de cualquier patología
que pusiera en riesgo la vida, así como un alivio más rápido de los síntomas.
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