Condorito cumple 70 años

elcomercio.pe.-Todo comenzó robando una gallina. En la revista “Okey” (editorial Zig-Zag), un 6 de agosto de 1949, un cóndor retaco, parecido al Pato Donald, entró a un gallinero, cogió un ave y antes de pasarle el cuchillo, se conmueve con sus cloqueos. Cuando intenta devolverla, un policía lo descubre, lo lanza al calabozo y termina chupando los huesitos de la emplumada víctima.

Ese fue el primer chiste de un cóndor migrante y pícaro, que se movía entre humanos, viviendo en un mundo parecido al real. Su pueblo natal, Pelotillehue, proviene del chilenismo “pelota” (estúpido), sumado al sufijo mapuche “llehue” (“lugar de”). La historia oficial cuenta que René Ríos Boettiger (Pepo) lo creó como reacción al filme de Disney, “Saludos amigos” (1943), populista acercamiento de Estados Unidos a Latinoamérica en tiempos de la II Guerra Mundial. Mientras Brasil era representado por el carismático Pepe Carioca, a Chile le tocó un precario avión llamado Pedrito (que aludía al presidente de entonces, Pedro Aguirre Cerda). Indignado, Pepo descolgó al cóndor del escudo de su país y lo vistió de humilde ‘roto’ chileno, con sus típicas alpargatas, camiseta roja y pantalón con parche. 

Para la dibujante colombo-ecuatoriana Power Paola, lo más divertido de sus páginas era lo que sucedía al fondo de sus vi-ñetas: cocodrilos buscando en la basura, sonámbulos errantes, anuncios excéntricos como “Tome Pin y haga Pun” o “Jabón Sussio: No lava”. “Siempre me llamó la atención no solo la historia contada, sino el mundito detrás, el que solo puedes ver si pones atención”, dice.


Originalmente desempleado, Condorito fue encajando luego en los múltiples trajes que exija la situación cómica. Todo chis-te debía rematar en un desmayo que resuena con la onomatopeya “¡Plop!” o, a falta de vahído, la exclamación “¡Exijo una explicación!”.

—Sopa de cóndor—
Seamos francos: difícilmente Condorito arranca una carcajada, pero desarrolla con el lector una empatía irresistible. Era nuestro placer culposo por sus chistes de locos, borrachos y suegras obesas. Un humor incorrecto y blanco. El escritor Ricardo Sumalavia lo compara el primer Cantinflas, por lo vago y vividor. “Nos gustaba su imagen de héroe desadaptado, simple, con suerte, con un ingenio de barrio. Y lo admirábamos porque fue capaz de enamorar a Yayita, pero sobre todo porque todos odiábamos a Pepe Cortisona”, señala.



A partir de 1955, Condorito empezó a adquirir su imagen hoy conocida, alcanzando además el sueño de la publicación anual. Seis años después, empezó a publicarse dos veces al año, para pasar a ediciones trimestrales en 1970. Fruto de ese éxito, en 1976, Editors Press Service adquirió los derechos internacionales del personaje y lo catapultó al mundo, Hoy, sus tiras cómicas son publicadas en un centenar de periódicos en más de 20 países. En 1983, los ejemplares de la revista colgaban de los kioscos quincenalmente. 
Condorito estaba en cada casa, en to-da peluquería y consultorio de dentista. Tras su posterior venta a Televisa, la revista ganó en difusión y distribución, pero perdió en autenticidad. Se eliminó todo rasgo local (cordillera de los Andes incluida) en pos de su internacionalización. Incluso Pelotillehue dejó de ser pobre, perdiendo sus calles con baches y casuchas sostenidas con piedras y llantas. Tras la muerte de Pepo en el 2000, los cambios se agrava-ron con el empobrecimiento de la calidad de sus artistas y guionistas. La revista resolvía sus cierres de edición robando chistes de Internet, del Selecciones del Reader‘s Digest o de su propio archivo. Así, las ventas empezaron a disminuir, el per-sonaje evidenció su desgaste y la pérdida de carácter.
Por fin, la revista dejó de existir el 19 de febrero último,en el número 856, con el chiste número 72.450, tras el cierre de varias publicaciones del grupo editorial Televisa. Triste manera de celebrar 70 años: en medio de la incertidumbre provocada por la crisis de los medios en papel , especialmente aquellos que no han sabido adecuarse a las multiplataformas digitales. Si bien el fin de la revista acabó con 64 años de publicaciones ininterrumpidas, ello no supone, para los herederos de su creador, que este ícono chileno haya enterrado el pico. La familia aún conservan los derechos de la tira cómica diaria, así co-mo para licencias de juegos, audiovisuales y merchandising. No todo está perdido.
—Como el ave Fénix—

¿Podríamos imaginar un aggiornado regreso para Condorito? ¿Un pajarraco menos machista, que lleve mejor asumida su identidad provinciana? Como señala su paisano, el escritor chileno Rafael Gumucio, Condorito es una fuente infinita de mitos, frases y chistes, y celebrar sus 70 años resulta válido. “Como todo arte profundo, se basa en el ser y no el “deber ser”. Habla de la Latinoamérica real y no la soñada. El “me too”, y el nuevo feminismo podría responder creando sus pro-pios mitos, su propio Condorito”, afirma.
Para el escritor Jeremías Gamboa, está bien saludar y revisar este aniversario. “Condorito representó genuinamente una manera de ver la realidad latinoamericana común a muchas generaciones”, sin embargo, advierte, en esa representación el rol de la mujer era muy pequeño. “La limitaba a roles muy estereotipados y secundarios”, reclama. “No estaría mal un cómic llamado “Yayita”, que nos dé la otra versión de las cosas”, propone. Su colega Ricardo Sumalavia aún no decide si iría a la fiesta de Condorito, pero tampoco lo condenaría. “Además, a veces andamos algo Huevoduros”, añade.
—Condorito en la feria del libro—

En la Feria Internacional del Libro de Lima, hay dos lanzamientos vinculados al entrañable personaje de Pepo. En primero es el lanzamiento de “Lo Mejor de Condorito”, publicado por “Los libros más pequeños del mundo”, junto a Origo Ediciones. Se trata de una selección de las tiras clásicas. Por su parte, la Librería Crisol distribuye la colección en tapa dura de los primeros diez Libros de Condorito, aparecidos entre 1955 y 1962.


 viene de: https://elcomercio.pe
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