Para los que hacemos comunicación en New York, no es extraño el comportamiento que se asume desde la Filial de Acroarte permanentemente, esa institución que más que prestigiar al gremio lo degrada, es un ente de discordia y de dictadura de control manejado por una elite que se maneja como una logia, con el unico propósito de seguir de pordioseros entre los pequeños y medianos empresarios de Mangú City, desde donde se manipula todo, para hacer de la institución un misero escenario de pedideras sin que favorezca al final del día a la clase que dicen representar.
Insistimos que lo que vive en estos días la institución, es fruto de egos, antagonismos y protagonismos sin sentido, que bien pudo solucionar tanto la presidenta electa como el actual presidente Adalberto Dominguez, pero ambos carecen de visión porque lo unico que les interesa es el figureo y anexar titulos a su curriculum, curriculum en el peor de los casos sin brillo, porque más que hacer un trabajo noble lo empañan con actos como el que se vive en estos momentos y que más que bien es daño lo que hace perjudicando no solo al mamotreto que es Acroarte NY sino a toda la comunidad, un simple gesto de admisión del Voto Nulo, le hubiese evitado volver a las cortes al Gremio Nacional, pero en vez de solucionar ese impase, lo que han realizado es premiaciones indebidas y a destiempo y mantener un silencio complice, fruto de una incapacidad gremial rampante.
Se dice en los corrillos faranduleros de la gran ciudad, aunque esto no está confirmado, que el famoso voto nulo de NY, que tiene estancado a Acroarte, sería una obra malefica de Roberto Geronimo, decir callejero que va tomando cuerpo a medida pasan las horas y que va dejando muy mal parado al "Cacique", que podría terminar, de ser cierto lo que lanza radio bemba, como un "jefe indio Pluma Cagada".
Cuando se procedía a la campaña para la presidencia, hablé en dos oportunidades con Alexis Beltré y le planteé mi inquietud sobre la situación de incapacidad y de antagonismos que tiene la filial de NY y el peligro que acarrearía no hacer caso, sabiendo que el desprestigio crecia en dominicana y la situación de miseria mostrada en NY es peor, hablamos, porque era mi interés que él le diera participación en su plancha a Aridio Castillo, solicitud que formulé por la vía telefónica en una llamada de 3 vías con el Chino Estrella, luego supe que Aridio había declinado porque se tiraría en busqueda de la dirección del Circulo de Locutores.
No conforme con lo que he seguido sobre el caso de Acroarte, antes de ayer, consulté a varios peritos de New York con relación a los notarios publicos y se me dijo que estos hacian las veces de supervisores y daban Fe Publica a los actos como auxiliares legales de acuerdo a los Estados donde ejercen, en tal sentido lo emanado por David Rivas en New York, no puede ser desconocido en Santo Domingo porque el mismo tiene la facultad legal que le otorga el estado de New York y eso es lo que se ha violentado, la legalidad de lo escrito y firmado, contando en acta, porque así sucedieron los acontecimientos.
Tanto Alexis Beltré como Lissette Montolio, saben que son culpables del desastre que se está viviendo hoy en Acroarte y son ellos los más llamados a evitar que la institución se descalabre más de lo que ha estado, por un mal funcionamiento de Máximo Jimenez y su esposa Emelyn Baldera, más la ingerencia demoniaca de "tipejos sin escrupulos" como el "fariseo" de Euri Cabral, con el unico objetivo de manipularlo todo y controlar hasta la respiración en la institución, todo esto, con un corte tambien politiquero.
La Fé y el respeto que le tenía a Lissette Montolio la perdí, he visto a la inquieta comunicadora bajar al más pestilente cieno, cegada por la ambición y el ego y llevada por una ruta equivocada, fruto de su complejo de estrellato.
De Beltré y de Adalberto tengo muy poco que decir, ambos han demostrado en el tiempo que no saben respetar normas y estatutos pero menos se han sabido respetar ellos mismos y el ejemplo que están dando es de niños malcriados que no conocen de compostura.
Una Segunda Vuelta es lo que manda la hora, para poder rescatar la fé perdida y evitar que se disgregue todo por culpa de la ambición desmedida de buscar migajas, llevando a Acroarte a un muladar y haciendo facilmente que la cebada se pudra y se pierda la cervecería completa y no den jamás con un "quimico" como Franklin León.
El Silencio de Lissette, de Adalberto y de otros en New York, demuestra claramente que la filial de aquí, no es más que una letrina sin cajón.
Termino pués recordandole a Lissette Montolio y a Adalberto Dominguez como a todos los miembros de la Filial de Acroarte en New York, las épicas palabras del gran Honoré de Balzac cuando decia: "La mediocridad no se imita".
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