TIERRA ALTA, Boca Chica (Licey.com).- El receptor Michael De la Cruz se declara con mucha energía, en buena química con sus compañeros y dispuesto a ayudar a los Tigres del Licey en lo que le necesiten, como ha sido su norma en las tres temporadas previas del béisbol invernal dominicano.
El nativo de Tamboril, 26 años, quien en 2019 disputó 52 partidos a nivel de Triple A de los Azulejos de Toronto, se integró a los entrenamientos de los Tigres en la academia de los Marineros de Seattle y dijo sentirse muy bien.
Explicó que no está trabajando nada en específico para mejorar, sino en todo lo que tiene que ver con su trabajo de receptor, tanto en la defensa como en el bateo.
“Ayudar en lo más que pueda, en lo que me necesiten y trabajar fuerte para conquistar la corona”, es la actitud que esbozó De la Cruz, quien luce un nuevo ‘luck’, con cabellos de amarillo, copiosa aunque bien arreglada barba natural, con “candado” incluido.
Dijo que al llegar a los entrenamientos del Licey ha encontrado muchas nuevas caras -especialmente en el pitcheo-, con ganas de trabajar y de hacer el equipo para salir adelante.
Pidió a la que definió como “la mejor fanaticada”, que siga apoyando al equipo y finalizó con un “Licey campeón”.
Con los Bisontes de Búfalo, en la Liga Internacional, Michael consiguió promedio de bateo de .278, con 45 imparables en 162 turnos. Conectó 12 dobles y cinco jonrones, 26 carreras impulsadas, 23 anotadas. Recibió 26 bases por bolas, con OBP o porcentaje de embasarse de .379 y se ponchó 33 veces.
Profesional desde 2013, con aceptable defensa como en ofensiva, siempre ha compartido la receptoría de sus equipos. En 365 partidos de Ligas Menores, batea .251, con 287 hits en 1,143 turnos, 69 dobles, 12 triples, 12 jonrones, ha recibido 157 bases por bolas, OBP de .342, OPS .706 y 234 ponches recibidos.
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