La Sociedad Dominicana de Bibliófilos (SDB) presentará este jueves 28 de noviembre la obra “Sambumbia, un descubrimiento de la República Dominicana, la Hispaniola Moderna”, escrita en el 1947 por la corresponsal de guerra estadounidense Page Cooper, fruto de los esfuerzos de Rafael L. Trujillo y sus asesores que buscaban cambian la deteriorada imagen del régimen ante la opinión pública Norteamérica.
A partir de las 8 de la noche, en la Capilla de los Remedios, en la esquina de las calles Las Damas con Mercedes, en la Ciudad Colonial, será la puesta en circulación este libro, cuya primera edición fue publicada a mediados de la década de 1940 como parte de la estrategia de los relacionistas públicos del dictador de colocar obras y literatura de propaganda política en favor de Trujillo en bibliotecas y puestas revistas de importancia en Estados Unidos.
En el acto intervendrán Dennis R. Simó, presidente de la Sociedad Dominicana de Bibliófilos (SDB) y de Juan Tomás Tavares, vocal de esa entidad cultural y quien realizó la presentación de esta nueva edición de la nueva obra.
A la actividad están siendo invitados funcionales del Ministerio de Cultura, directivos y miembros de los Bibliófilos, escritores, intelectuales, periodistas, representantes de instituciones culturales y personalidades vinculadas al área literaria.
De acuerdo con Juan Tomás Tavares, en esta obra su autora Cooper capta con maestría el atractivo del país y el carácter de los dominicanos, a pesar de la brevedad de la estadía aquí de esta escritora, y como el auténtico relato de su viaje a nuestro territorio alude a su naturaleza como encargo remunerado del gobierno del dictador dominicano para proyectar una imagen de paz y modernidad en la opinión pública norteamericana.
“Sambumbia tuvo una amplia difusión en Estados Unidos sin evidenciarse flagrantemente su naturaleza propagandística, cumpliendo su cometido de difundir una visión positiva de la nación bajo el mando de Trujillo”, manifestó el vocal del consejo directivo de los Bibliófilos.
Agregó que a autora vino al país en el verano de 1946 y se hospedó en el Hotel Jaragua, desde donde hizo numerosas visitas locales y emprendió excursiones a diferentes regiones del país durante varias semanas, e incluye algunas anécdotas históricas en un estilo de guía turística de nuestros monumentos, intercalando hechos y leyendas, y dijo que el verdadero valor de Sambumbia radica en los retratos de dominicanos y extranjeros residentes, realizados en base a sus encuentros y entrevistas.
Tomás Tavares añadió que “a pesar del origen de su encomienda para escribir la obra, esta antología de personajes dominicanos resulta ser un tesoro de viñetas que documentan el aspecto positivo de la vida diaria en el país a mediados de la década de 1940, sobre todo su vitalidad intelectual y artística, capturando en su crónica momentos tan importantes como el terremoto del 4 de agosto de 1946, y detalles curiosos como la construcción del Colegio Santo Domingo, bajo la supervisión del energético Padre Edward McEntree, de Detroit.
“Con la evidente limitante de no poder criticar al dictador ni su obra de gobierno, Cooper relata con espontaneidad sus experiencias con dominicanos de diferentes estratos sociales y niveles intelectuales, sobresaliendo nombres sonoros”, afirmó.
También graba escenas con algunos de los extranjeros residentes, como el italiano, Monseñor Ricardo Pittini, en su residencia arzobispal promoviendo el Faro a Colón; el ebanista tallador español, Pascual Palacios, trabajando en su taller de Ciudad Nueva; el gerente estadounidense del Hotel Jaragua, Tony Vaughn; la bailarina judía austríaca y primera instructora de ballet en nuestro país, Herta Brauer, y su esposo el Dr. Brauer, egiptólogo y otrora profesor de la universidad de Zürich, entre otros.
Sambumbia pone de relieve la campaña de “información” desplegada por el régimen trujillista en el extranjero, invitando a una profundización sobre los recursos empleados y los actores que intervinieron en ese esfuerzo centrado en la opinión pública norteamericana. Al mismo tiempo la obra permite al lector conocer las interesantes vidas de diversos personajes de la época, retratados por esta inquisitiva escritora estadounidense en el verano de 1946.
La Sociedad Dominicana de Bibliófilos fue creada el 10 de diciembre de 1973 por iniciativa de Enrique Apolinar Henríquez y un grupo de historiadores y personalidades, con el objetivo de promover la preservación y divulgación de la cultura dominicana a través de sus publicaciones.
También, tiene la misión de preservar y divulgar la bibliografía y cultura dominicana.
A partir de las 8 de la noche, en la Capilla de los Remedios, en la esquina de las calles Las Damas con Mercedes, en la Ciudad Colonial, será la puesta en circulación este libro, cuya primera edición fue publicada a mediados de la década de 1940 como parte de la estrategia de los relacionistas públicos del dictador de colocar obras y literatura de propaganda política en favor de Trujillo en bibliotecas y puestas revistas de importancia en Estados Unidos.
En el acto intervendrán Dennis R. Simó, presidente de la Sociedad Dominicana de Bibliófilos (SDB) y de Juan Tomás Tavares, vocal de esa entidad cultural y quien realizó la presentación de esta nueva edición de la nueva obra.
A la actividad están siendo invitados funcionales del Ministerio de Cultura, directivos y miembros de los Bibliófilos, escritores, intelectuales, periodistas, representantes de instituciones culturales y personalidades vinculadas al área literaria.
De acuerdo con Juan Tomás Tavares, en esta obra su autora Cooper capta con maestría el atractivo del país y el carácter de los dominicanos, a pesar de la brevedad de la estadía aquí de esta escritora, y como el auténtico relato de su viaje a nuestro territorio alude a su naturaleza como encargo remunerado del gobierno del dictador dominicano para proyectar una imagen de paz y modernidad en la opinión pública norteamericana.
“Sambumbia tuvo una amplia difusión en Estados Unidos sin evidenciarse flagrantemente su naturaleza propagandística, cumpliendo su cometido de difundir una visión positiva de la nación bajo el mando de Trujillo”, manifestó el vocal del consejo directivo de los Bibliófilos.
Agregó que a autora vino al país en el verano de 1946 y se hospedó en el Hotel Jaragua, desde donde hizo numerosas visitas locales y emprendió excursiones a diferentes regiones del país durante varias semanas, e incluye algunas anécdotas históricas en un estilo de guía turística de nuestros monumentos, intercalando hechos y leyendas, y dijo que el verdadero valor de Sambumbia radica en los retratos de dominicanos y extranjeros residentes, realizados en base a sus encuentros y entrevistas.
Tomás Tavares añadió que “a pesar del origen de su encomienda para escribir la obra, esta antología de personajes dominicanos resulta ser un tesoro de viñetas que documentan el aspecto positivo de la vida diaria en el país a mediados de la década de 1940, sobre todo su vitalidad intelectual y artística, capturando en su crónica momentos tan importantes como el terremoto del 4 de agosto de 1946, y detalles curiosos como la construcción del Colegio Santo Domingo, bajo la supervisión del energético Padre Edward McEntree, de Detroit.
“Con la evidente limitante de no poder criticar al dictador ni su obra de gobierno, Cooper relata con espontaneidad sus experiencias con dominicanos de diferentes estratos sociales y niveles intelectuales, sobresaliendo nombres sonoros”, afirmó.
También graba escenas con algunos de los extranjeros residentes, como el italiano, Monseñor Ricardo Pittini, en su residencia arzobispal promoviendo el Faro a Colón; el ebanista tallador español, Pascual Palacios, trabajando en su taller de Ciudad Nueva; el gerente estadounidense del Hotel Jaragua, Tony Vaughn; la bailarina judía austríaca y primera instructora de ballet en nuestro país, Herta Brauer, y su esposo el Dr. Brauer, egiptólogo y otrora profesor de la universidad de Zürich, entre otros.
Sambumbia pone de relieve la campaña de “información” desplegada por el régimen trujillista en el extranjero, invitando a una profundización sobre los recursos empleados y los actores que intervinieron en ese esfuerzo centrado en la opinión pública norteamericana. Al mismo tiempo la obra permite al lector conocer las interesantes vidas de diversos personajes de la época, retratados por esta inquisitiva escritora estadounidense en el verano de 1946.
La Sociedad Dominicana de Bibliófilos fue creada el 10 de diciembre de 1973 por iniciativa de Enrique Apolinar Henríquez y un grupo de historiadores y personalidades, con el objetivo de promover la preservación y divulgación de la cultura dominicana a través de sus publicaciones.
También, tiene la misión de preservar y divulgar la bibliografía y cultura dominicana.
Etiquetas
SOCIALES