La Sociedad Dominicana de Bibliófilos (SDB) presentó ayer la obra “Sambumbia, un descubrimiento de la República Dominicana, la Hispaniola Moderna”, escrita en el 1947 por la corresponsal de guerra estadounidense Page Cooper, fruto de los esfuerzos de Rafael L. Trujillo y sus asesores de cambian la deteriorada imagen del régimen ante la opinión pública Norteamérica, cuya primera edición aún permanece en más de 300 bibliotecas de los Estados Unidos.
Directivos y miembros de la SDB, escritores e intelectuales asistieron a la Capilla de los Remedios, en la Ciudad Colonial, donde fue puesto en circulación este libro, que contó con las intervenciones de Dennis R. Simó, presidente de esa entidad cultura y Juan Tomás Tavares Kelner, vocal y quien realizó la presentación de esta nueva edición.
Tavares manifestó que la primera edición del libro fue publicada a mediados de la década de 1940, como parte de la estrategia de los relacionistas públicos del dictador de colocar obras y literaturas de propaganda política en favor de Trujillo en bibliotecas y puestos revistas de importancia de los Estados Unidos.
Dijo que la autora Cooper capta con maestría el atractivo del país y el carácter de los dominicanos, a pesar de la brevedad de la estadía de esta escritora; y como el auténtico relato de su viaje a nuestro territorio alude a su naturaleza como encargo remunerado del gobierno del dictador dominicano para proyectar una imagen de paz y modernidad en la opinión pública norteamericana.
“Sambumbia tuvo una amplia difusión en los Estados Unidos sin evidenciarse flagrantemente su naturaleza propagandística, cumpliendo su cometido de difundir una visión positiva de la nación bajo el mando de Trujillo”, manifestó el vocal del consejo directivo de los Bibliófilos.
Tavares agregó que la autora vino al país en el verano del 1946 y se hospedó en el Hotel Jaragua, desde donde hizo numerosas visitas locales y emprendió excursiones a diferentes regiones del país en varias semanas, que incluyó anécdotas históricas en un estilo de guía turística de nuestros monumentos, intercalando hechos y leyendas, y dijo que el verdadero valor de Sambumbia radica en los retratos de dominicanos y extranjeros residentes, realizados en base a sus encuentros y entrevistas.
Añadió que “a pesar del origen de su encomienda para escribir la obra, esta antología de personajes dominicanos resulta ser un “tesoro” que documenta el aspecto positivo de la vida diaria en el país a mediados de la década del 1940, sobre todo la vitalidad intelectual y artística de esa época, capturando en su crónica momentos tan importantes como el terremoto del 4 de agosto del 1946 y detalles curiosos como la construcción del Colegio Santo Domingo, bajo la supervisión del energético padre Edward McEntree, de Detroit”.
“Con la evidente limitante de no poder criticar al dictador ni a su obra de gobierno, Cooper relata con espontaneidad sus experiencias con dominicanos de diferentes estratos sociales y niveles intelectuales, sobresaliendo nombres sonoros”, afirmó.
El libro también graba escenas con algunos de los extranjeros residentes, como el italiano monseñor Ricardo Pittini, en su residencia arzobispal promoviendo el Faro a Colón; el ebanista tallador español, Pascual Palacios, trabajando en su taller de Ciudad Nueva; el gerente estadounidense del Hotel Jaragua, Tony Vaughn; la bailarina judía austríaca y primera instructora de ballet en nuestro país, Herta Brauer, y su esposo el doctor Brauer, egiptólogo y otrora profesor de la universidad de Zürich, entre otros.
Sambumbia pone de relieve la campaña de “información” desplegada por el régimen trujillista en el extranjero, invitando a una profundización sobre los recursos empleados y los actores que intervinieron en ese esfuerzo centrado en la opinión pública norteamericana, al mismo tiempo la obra permite al lector conocer las interesantes vidas de diversos personajes de la época, retratados por esta inquisitiva escritora estadounidense en el verano de 1946.
Etiquetas
SOCIALES