La Pastoral de la Salud de la Arquidiócesis de Santo Domingo desarrolló la XXVIII Jornada Mundial del Enfermo, cuya conmemoración culminó con la celebración de una eucaristía en la Catedral Primada de América, oficiada por su S.E.R. Mons. Jesús Castro Marte, obispo auxiliar.
Durante la homilía, monseñor Castro destacó que la Iglesia Católica, desde la Pastoral junto a los órganos eclesiales y el cuerpo de voluntarios destinados a las áreas de la salud, son «portadores de la esperanza, principalmente de aquellos que se encuentran en el abismo de una enfermedad. Lo esencial frente a ese abismo es brindarles palabras de aliento, consuelo y esperanza».
Resaltó «la sencillez y la humildad de las religiosas, quienes dedican tiempo completo a la Pastoral de la Salud para dar un abrazo de consuelo y ternura –a los enfermos-en la condición que sea; son capaces de unirse a ellos para brotar la dulzura, el amor y la misericordia de Dios.
La doctora Mirna Font-Frías, directora del Servicio Regional de Salud Metropolitano (SRSM), tuvo un mensaje de motivación, subrayó que «la vocación es uno de los pilares de la Medicina, como autoridades de salud y médicos, estamos comprometidos con nuestro pueblo en fortalecer la prevención de las enfermedades y la promoción de la salud con el objetivo de educar».
Sor Trinidad Ayala Adames, coordinadora general de la Pastoral de la Salud, compartió las palabras de agradecimiento al «personal de salud y a los familiares quienes acompañan y cuidan a los enfermos de forma humanizada. Por las autoridades y el voluntariado de salud que dedican tiempo y esfuerzo a desarrollar políticas públicas y actividades a favor de los enfermos.»
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