Por Edilberto F. Méndez Amador
Santo Domingo, 20 nov (Prensa Latina) La Covid-19, a pesar de que las autoridades sanitarias son prudentes en sus planteamientos, avanza peligrosamente hoy en la República Dominicana, y la amenaza de un rebrote antes del fin de año está latente.
Noviembre y diciembre son meses en los cuales se llevan a cabo celebraciones que lejos de garantizar el necesario distanciamiento para impedir la propagación del nuevo coronavirus, actúan contrariamente, y no tener esto en cuenta pudiera ser fatal.
Es una etapa en la cual priman las actividades comerciales, las fiestas y los ingresos adicionales, y con ellos, pudiera llegar el olvido del virus y pensar que todo pasó, y es en ese momento donde pudieran producirse los indeseados picos de la enfermedad.
El comportamiento de las últimas semanas mantiene preocupados a todos, porque si bien es cierto que los decesos son pocos y la ocupación hospitalaria se encuentra dentro de los márgenes esperados los positivos no dan tregua.
Basta señalar que en los últimos cinco días el promedio de infectados fue 619, e incluso hubo uno en el cual se marcó la segunda mayor cantidad de positivos desde el inicio de la pandemia.
Hasta estos momentos el país acumula 136 mil 784 casos confirmados con un total de dos mil 306 muertes, la positividad diaria está en 11,69 y la tasa de letalidad se ubicó en 1,69 por ciento.
Por si fuera poco, el Ministerio de Salud Pública reportó 343 casos de reinfectados, es decir, personas que tienen dos pruebas positivas dentro de un periodo de más de 90 días.
Ante esta situación, el director de Epidemiología, Ronald Skewes, dijo que esos casos serán investigados para comprobar finalmente si hubo una reinfección del coronavirus.
También, expresó se tendrá que rastrear
los primeros resultados positivos de cada uno y revisar su expediente clínico, como también, confirmar si esa persona estuvo ingresada y cuál fue su estado durante el internamiento.
Asimismo, comparar los genomas y verificar si se tratan de los mismos del virus u otra mutación en el organismo del paciente.
Por otra parte, no pasa un día en el cual no se mencionen rebrotes que preocupan a la población, uno ocurrió dentro del equipo de béisbol Tigres del Licey, lo cual obligó al Ministerio de Salud, en base al protocolo sanitario el cual rige el campeonato de béisbol dominicano, a suspender hasta el domingo los juegos de esa novena.
El otro, en el Albergue Olímpico, donde se preparan dentro un sistema de burbuja los atletas dominicanos que participarán en los Juego Olímpicos a efectuarse en Japón el próximo año, donde 14 personas dieron positivos entre deportistas, técnicos y personal de apoyo.
De ahí que hace pocos días el ministro de Salud Pública, Plutarco Arias, exhortó a la población a reflexionar sobre la importancia de mantener las medidas para prevenir el contagio de la pandemia, máxime en esta etapa del año.
Manifestó que en el caso de los supermercados y otros establecimientos comerciales, cuyas actividades se incrementan en estos días, debe mantenerse la organización del flujo y distribución de personas, respetando la distancia física y exigiendo el uso de las mascarillas.
Y fue favorable a mantener el toque de queda en lo que resta de año, además de exhortar a las familias a cambiar sus hábitos del 24 y 31 de diciembre y efectuar almuerzos familiares en vez de cenas, algo lo cual de inmediato trajo muchas opiniones negativas.
Sin embargo, gústele o no, para esa fechas la situación no será nada halagüeña y entre la vida y la cena se debiera optar por la primera, algo que es difícil hacer comprender a no pocos en esta nación.
Lo cierto es que luego de la apertura económica del país, la lucha por recuperar el turismo y una vida diaria casi normal, cualquier cuidado adicional es poco pues esta pandemia no da tregua y mientras no existan las vacunas el peligro está presente.
Por ello, ante la amenaza real de un incremento del virus, eEl irrespeto al toque de queda, el no cumplir las normas sanitarias en los centros de trabajo y de recreación, las fiestas clandestinas, el poco cuidado a la hora de convocar actividades y reuniones en las cuales se comienza con el distanciamiento y no se sabe como terminan, deben quedar atrás.
O las autoridades exigen cumplir con las normas sanitarias y los protocolos establecidos, o veremos un diciembre complicado. Inclinémonos por lo primero.
ga/ema
Es una etapa en la cual priman las actividades comerciales, las fiestas y los ingresos adicionales, y con ellos, pudiera llegar el olvido del virus y pensar que todo pasó, y es en ese momento donde pudieran producirse los indeseados picos de la enfermedad.
El comportamiento de las últimas semanas mantiene preocupados a todos, porque si bien es cierto que los decesos son pocos y la ocupación hospitalaria se encuentra dentro de los márgenes esperados los positivos no dan tregua.
Basta señalar que en los últimos cinco días el promedio de infectados fue 619, e incluso hubo uno en el cual se marcó la segunda mayor cantidad de positivos desde el inicio de la pandemia.
Hasta estos momentos el país acumula 136 mil 784 casos confirmados con un total de dos mil 306 muertes, la positividad diaria está en 11,69 y la tasa de letalidad se ubicó en 1,69 por ciento.
Por si fuera poco, el Ministerio de Salud Pública reportó 343 casos de reinfectados, es decir, personas que tienen dos pruebas positivas dentro de un periodo de más de 90 días.
Ante esta situación, el director de Epidemiología, Ronald Skewes, dijo que esos casos serán investigados para comprobar finalmente si hubo una reinfección del coronavirus.
También, expresó se tendrá que rastrear
los primeros resultados positivos de cada uno y revisar su expediente clínico, como también, confirmar si esa persona estuvo ingresada y cuál fue su estado durante el internamiento.
Asimismo, comparar los genomas y verificar si se tratan de los mismos del virus u otra mutación en el organismo del paciente.
Por otra parte, no pasa un día en el cual no se mencionen rebrotes que preocupan a la población, uno ocurrió dentro del equipo de béisbol Tigres del Licey, lo cual obligó al Ministerio de Salud, en base al protocolo sanitario el cual rige el campeonato de béisbol dominicano, a suspender hasta el domingo los juegos de esa novena.
El otro, en el Albergue Olímpico, donde se preparan dentro un sistema de burbuja los atletas dominicanos que participarán en los Juego Olímpicos a efectuarse en Japón el próximo año, donde 14 personas dieron positivos entre deportistas, técnicos y personal de apoyo.
De ahí que hace pocos días el ministro de Salud Pública, Plutarco Arias, exhortó a la población a reflexionar sobre la importancia de mantener las medidas para prevenir el contagio de la pandemia, máxime en esta etapa del año.
Manifestó que en el caso de los supermercados y otros establecimientos comerciales, cuyas actividades se incrementan en estos días, debe mantenerse la organización del flujo y distribución de personas, respetando la distancia física y exigiendo el uso de las mascarillas.
Y fue favorable a mantener el toque de queda en lo que resta de año, además de exhortar a las familias a cambiar sus hábitos del 24 y 31 de diciembre y efectuar almuerzos familiares en vez de cenas, algo lo cual de inmediato trajo muchas opiniones negativas.
Sin embargo, gústele o no, para esa fechas la situación no será nada halagüeña y entre la vida y la cena se debiera optar por la primera, algo que es difícil hacer comprender a no pocos en esta nación.
Lo cierto es que luego de la apertura económica del país, la lucha por recuperar el turismo y una vida diaria casi normal, cualquier cuidado adicional es poco pues esta pandemia no da tregua y mientras no existan las vacunas el peligro está presente.
Por ello, ante la amenaza real de un incremento del virus, eEl irrespeto al toque de queda, el no cumplir las normas sanitarias en los centros de trabajo y de recreación, las fiestas clandestinas, el poco cuidado a la hora de convocar actividades y reuniones en las cuales se comienza con el distanciamiento y no se sabe como terminan, deben quedar atrás.
O las autoridades exigen cumplir con las normas sanitarias y los protocolos establecidos, o veremos un diciembre complicado. Inclinémonos por lo primero.
ga/ema
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