El cáncer de próstata es el tumor maligno más frecuentemente diagnosticado en hombres, sostiene la radiooterapeuta Mirvia Abreu Hernández, especialista del centro de Radioterapia integral (RADONIC).
Los pacientes con
cáncer de próstata localizado son candidatos a tratamientos radicales, ya sea
radioterapia externa o prostatectomía radical basado en las preferencias del
paciente, comorbilidades y recomendaciones médicas según su estadio clínico,
argumenta la Dra.
“Los beneficios de
la radioterapia como tratamiento radical en pacientes con enfermedad localizada
y localmente avanzada incluyen el hecho de que es un tratamiento no invasivo y
puede ser usado en pacientes con comorbilidades, tiene un perfil de efectos
secundarios conocidos los cuales con técnicas modernas se reduce la dosis de
tejidos adyacentes y se mejora la tolerancia, puede ser aplicada en varias
etapas clínicas del cáncer de próstata (localizado, localmente avanzado,
posterior a cirugía y en fase metastásica) siendo un tratamiento necesario en
el 60% de los pacientes oncológicos”, detalla la especialista.
Recomienda que la radioterapia puede
aplicarse en
combinación con terapia de deprivación androgénica (TDA) siendo ésta la opción terapéutica para hombres
con cáncer de próstata localizado y localmente avanzado, que no han recibido
tratamiento sistémico previamente.
Señala que las publicaciones de evidencia clínica
emergente sugieren que la radioterapia también puede ser incorporada en
regímenes de manejo multimodal más allá del TDA, en combinaciones que incluyen
quimioterapia, agentes radiosensibilizadores, inmunoterapia y cirugía, y en
aquellos con enfermedad oligometastásica (limitado número de metástasis), en
los cuales el volumen bajo de enfermedad puede ser tratado con estas combinaciones.
Este tipo de manejo multimodal está aumentando su
reconocimiento y su uso al aportar considerables beneficios clínicos, como
incrementar los efectos antitumorales, mejorar la sobrevida libre de progresión
y el intervalo de tiempo entre tratamientos sistémicos, por lo cual la
radioterapia es un componente clave en el manejo multimodal del cáncer de
próstata en varios estadios clínicos.
El uso de estudios de imágenes (tomografía,
gammagrafía ósea y resonancia magnética) es fundamental para estadificar el
cáncer y guiar las opciones terapéuticas; actualmente el acceso a técnicas
diagnósticas como la resonancia multiparamétrica y el PET-TAC con marcadores
como la Colina y el PSMA (específico para cáncer de próstata) ha permitido
evidenciar un grupo de pacientes con número limitado de metástasis
(oligometástasis) que pueden ser candidatos para tratamiento ablativo o
detectar los casos de recurrencia si han recibido un tratamiento
previamente.
Estos estudios han
permitido que la radiómica pueda predecir y describir características tumorales
compilando los datos metabólicos proporcionados por los estudios de imágenes y
comparada con muestras de tejido, así modificar la intensidad de los
tratamientos en patrones más agresivos, sustenta la Dra, Abreu.
“La toma de
decisión clínica se basa en varios sistemas
de clasificación, incluyendo los niveles de PSA (prueba sanguínea de antígeno
prostático específico), estadio clínico del tumor y grupo de Score de Gleason
(clasificación de patrón histológico), así como guías terapéuticas propuestas
por las distintas sociedades que manejan el cáncer de próstata para un
tratamiento multidisciplinar”, expresa la especialista.