Un mes después de la muerte de Sean Connery se han conocido las causas de su fallecimiento. El actor, que tenía 90 años, perdió la vida a causa de una neumonía y un fallo cardíaco, revela el medio estadounidense TMZ.
En concreto, Connery murió de insuficiencia respiratoria como resultado de neumonía, vejez y fibrilación auricular, una frecuencia cardíaca irregular que puede aumentar el riesgo de accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardíaca y otras complicaciones relacionadas con el corazón. La muerte le llegó al famoso actor mientras dormía.
Apenas se sabía nada de Connery en los últimos años, más que el hecho de que vivía retirado en su paraíso particular de Bahamas, jugando al golf y pasando sus días junto a su esposa, la pintora franco-marroquí Micheline Roquebrune. Por eso fue precisamente ella quien, horas después del fallecimiento, revelaba que Connery había perdido la memoria y que ya no sabía quién era. "Sufría demencia y eso le pasó factura. Logró cumplir su último deseo de marcharse sin hacer ruido", dio a conocer la artista.
"No era vida para él", dijo Roquebrune al Mail on Sunday. "En los últimos tiempos no era capaz de expresarse. Al menos murió mientras dormía, de forma absolutamente tranquila. Estuve con él todo el tiempo y simplemente se fue. Eso era lo que él deseaba", explicó.