Más de año y medio después de que el covid-19 apareciera y afectará a millones de seres humanos alrededor del planeta, se ha determinado que el virus puede afectar el corazón de forma permanente, incluso después de haberse superado el periodo agudo de la enfermedad y haber sentido que sus síntomas característicos han disminuido o desaparecido.[1]
¿Cómo puede saber una persona que ha tenido coronavirus si algunos de los síntomas persistentes o secuelas están relacionados con alguna enfermedad cardiovascular?
Las enfermedades del corazón representan la principal causa de muerte de los dominicanos, con una tasa de mortalidad del 27,7 por cada 100.000 habitantes.[2]
La última encuesta de Prevalencia de Hipertensión Arterial y Factores de Riesgo Cardiovasculares en República Dominicana (ENPREFAR-HAS), determinó que el 37% de las muertes en el país son causadas por infartos fulminantes. Y, la hipertensión arterial tiene una prevalencia del 30,2%. Además, uno de los factores de riesgo más pronunciado, es la obesidad, con un 60%.[3]
Entre las enfermedades cardiovasculares se encuentra la falla cardíaca o insuficiencia cardíaca, que es una afección caracterizada por la disminución progresiva de la capacidad del corazón para bombear sangre por todo el cuerpo.[4]
Actualmente se estima que más de 60 millones de personas están afectadas por esta condición; una de cada dos personas que la padecen, morirá en cinco años, luego de haber sido diagnosticada. De hecho, la insuficiencia cardíaca es la enfermedad cardiovascular con más rápido crecimiento en cuanto a su prevalencia: se espera que una de cada cinco personas la desarrolle en el transcurso de su vida.[5]
En los países desarrollados, el costo del tratamiento de la FC se estima entre un 1,5% y un 2% del gasto en salud. Dentro de ese gasto total, el porcentaje las hospitalizaciones representan la mayor proporción, con un intervalo del 74% al 87% .
Todo lo anterior, conlleva a que la falla cardiaca constituya una carga económica y social importante para los sistemas de salud mundial, debido a la morbilidad y baja supervivencia que presentan los pacientes con esta condición patológica. Adicionalmente, la influencia de enfermedades predisponentes o comorbilidades (diabetes, obesidad e hipertensión) junto con el envejecimiento de la población general, conducen a un aumento del número total de personas que viven con FC.
En el marco del mes Mundial del Corazón, especialistas médicos de Bayer aclaran cuáles síntomas posteriores al coronavirus pueden llegar a indicar un verdadero problema cardíaco, cuándo se debe llamar a un médico y otros datos que todas las personas con efectos a largo plazo por el virus deben saber.
Daños al corazón después de una infección por covid-19
Si bien el daño al miocardio (músculo del corazón) sigue siendo un área de debate, la incidencia de alteraciones cardiovasculares parece indicar una señal de alerta para los pacientes poscovid. Diversos estudios concluyen que, en su mayoría, el tipo de daño cardíaco más frecuente ha sido la inflamación del músculo cardíaco, también conocida como miocarditis, así como el revestimiento del corazón, conocido como pericarditis.
Los informes muestran que estos cambios en el sistema cardiovascular ocurren independientemente de si el contagio por coronavirus ha sido grave o si solo se han presentado síntomas leves.[6] Esto significa que, incluso después de haberse recuperado de una infección, los pacientes deben tener cuidado, ya que es posible que tarden en recuperar su salud por completo. Por esta razón, se sugiere adoptar hábitos saludables para fortalecer su sistema.
Síntomas cardiopatía por contagio de covid-19
La fatiga severa es común después de la infección por el coronavirus. Muchas personas experimentan dificultad para respirar, dolor en el pecho o palpitaciones frecuentes.[7] Cualquiera de estos problemas podría estar relacionado con una enfermedad del corazón. Sin embargo, también podría deberse a otros factores, incluidas las secuelas de una enfermedad con alta carga viral, la inactividad prolongada y pasar semanas convalecientes en la cama, lo que es característico del coronavirus.[8]
Hemos visto que una infección puede manifestarse en el corazón a largo plazo, independientemente de la gravedad de la enfermedad, las condiciones preexistentes y la edad del paciente. Es por esto por lo que en caso de que estos síntomas persistan durante varias semanas y no presenten una mejoria, se debe visitar a un médico de cabecera para el seguimiento y tratamiento adecuado.
Opciones de tratamiento
Es importante que aquellas personas que aún presenten secuelas por covid-19 mantengan la calma y eviten realizar esfuerzo físico, ya que este puede prolongar el periodo de recuperación. La duración de una inflamación en el músculo cardíaco varía de un caso a otro. Sabemos que la duración de la enfermedad con otras inflamaciones virales en el miocardio es muy larga, pero puede normalizarse gradualmente con el tiempo.[9]
Como promotor de la salud cardiovascular, Bayer se ha esforzado en facilitar el acceso a soluciones innovadores que permitan disminuir el riesgo e impacto de diferentes patologías cardiovasculares. Adicionalmente, como parte del pilar de innovación, se viene investigando en el desarrollo de nuevas moléculas que cubran necesidades médicas insatisfechas en diferentes áreas, como es la Insuficiencia Cardíaca.
Efectos a largo plazo del covid-19 en el corazón
Se ha observado que los pacientes que han tenido una carga viral baja y que tienen un sistema inmunológico saludable pueden hacer frente a la enfermedad bastante bien. Por otro lado, los diagnósticos indican que las personas que han presentado una carga viral completa ha sido producto de la falta de distanciamiento físico y el no uso del tapabocas en espacios masivos.
El fortalecimiento del sistema inmunológico con hábitos saludables es importante para prevenir los efectos del coronavirus. Sin embargo, también se debe recordar que el uso del tapabocas ayuda a reducir la carga viral y a prevenir una progresión grave de la enfermedad. Así mismo, es importante la prevención cardiovascular antes y después de haber padecido la enfermedad, para estar preparados o evitar más complicaicones.-