Lic Ysaias Lara Kevelier
En el año 1993 a través del Decreto No. 183–93 se crea el “Cinturón Verde
de Santo Domingo” que en la actualidad abarca al Distrito Nacional y el Gran
Santo Domingo, siendo el único territorio de la República Dominicana que
ostenta la declaratoria como cinturón verde en la categoría de Parque Urbano,
cuyos ecosistemas están sometidos a cumplir con ciertas normativas y
regulaciones. Con esta disposición se pretendía garantizar la calidad del
ambiente urbano en el Distrito Nacional, para lo cual era necesario proteger
los cursos de agua y las reservas naturales
existentes en su entorno. Uno de los principios en la elaboración de esta
idea era crear un “parque Fuvial”, es decir dar relevancia a la conexión
entre los diferentes cuerpos de agua de la ciudad de Santo Domingo para su
conservación.
“El Cinturón Verde de Santo Domingo” fue ideado como frontera ecológica, combinación
de agua (cañadas, arroyos, ríos, sistemas de lagunas, manglares, humedales), ora y fauna (nativa, endémica y
migratoria). Este inmenso patrimonio verde, que en un principio cubría una
superficie aproximada de 154
kilómetros cuadrados, cuya superficie en la actualidad ha sido disminuida por
el asentamiento urbano en su periferia, ha estado perdiendo su capacidad para
cumplir con las funciones para las cuales fue creado:
1. Brindarles una adecuada protección a los ríos, arroyos y las múltiples
fuentes de agua existentes en el entorno citadino y todo el ámbito territorial
del Gran Santo Domingo.
2. Contener el crecimiento horizontal de la capital dominicana, definiendo el centro de la
periferia a través de una transición suave o que no implicara una ruptura violenta
entre lo urbano y lo suburbano.
3. Resguardar espacios que funcionen como pulmones verdes o reservas
ecológicas, para sanear el ambiente, satisfacer la demanda de áreas recreativas
y garantizar otros servicios públicos que demanda toda ciudad en crecimiento.
La gestión del Cinturón Verde correspondió en sus inicios al Consejo
Nacional de Asuntos Urbanos (Conau), con la colaboración de los Ayuntamientos
del Gran Santo Domingo y el Distrito Nacional y el Ministerio de Medio Ambiente
y Recursos Naturales. Luego el Conau es suprimido y sus funciones son asumidas
por la Dirección General de Ordenamiento y Desarrollo Territorial (Dgodt) del
Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (Mepyd). El Cinturón Verde es
el único vínculo de
interconexión natural que tienen los distintos municipios y asentamientos
urbanos que componen el Gran Santo Domingo y la mejor garantía para la
preservación del agua que baña y abastece a estos conglomerados humanos. Otra
característica importantísima es que desde Santo Domingo establece la
conectividad con 2 provincias, 9 municipios, 3 Distritos Municipales y 2
grandes cuencas hidrográficas. A escala municipal vincula o conecta al menos 10 municipios -
Distritos Municipales: Bajos de Haina, San Cristóbal (Quita Sueño, La Pared,
Hato Damas), Pedro Brand, Los Alcarrizos, Santo Domingo
Oeste, Santo Domingo Norte, La Victoria, Monte Plata, Guerra, Santo Domingo
Este.
Hoy los ríos de Santo Domingo son aguas contaminadas y llenas de residuos,
una situación insostenible para la salud del ecosistema y de la población
urbana. Debido a las características de la institución, la Dgodt solo puede
realizar la revisión de solicitudes de construcción en la zona pero tiene como
limitante que el mismo Decreto 183 - 93 no le permite hacer una gestión más
completa debido a que no está presente en el mismo el elemento de sanción a
malas prácticas en las zonas del cinturón además de que la naturaleza misma del
Cinturón Verde debería corresponder a otra instancia gubernamental.
Uno de los aspectos que más impactó negativamente al funcionamiento del
Cinturón Verde, es que a pesar de la buena intención de su creación, el decreto
que da origen a su establecimiento no contaba con la fuerza legal necesaria
para garantizar su protección.
Ante esta situación, una medida introducida fue elevar a la categoría de
área protegida algunas zonas del cinturón, de modo que contaran con un respaldo
legal que asegurara una restricción y protección a mayor nivel bajo la
jurisdicción del Ministerio de Medio Ambiente. Estas áreas fueron creadas bajo
el Decreto 207-02 entre las que se encuentran:
El Gran Parque de las Américas, Parque Mirador del Oeste, Parque Mirador
Manantiales del Cachón de la Rubia, Parque Mirador Manantiales del Norte y
Humedales del Ozama.
Esta medida del Ministerio de Medio Ambiente ejecutada desde 2009 ya tiene
resultados exitosos en la gestión de algunas de sus zonas con resultados de
impacto en el mejoramiento de la calidad de estos ecosistemas.
Desafortunadamente las demás zonas del Cinturón Verde quedaron
desprotegidas y fueron convertidas en áreas de asentamiento urbano por procesos
de crecimiento y expansión formales e informales y muchas de las zonas se encuentran
totalmente arrabalizadas, con altos niveles de contaminación, aguas residuales
y desechos sólidos en cantidades exorbitantes que desembocan contaminando a los
principales ríos del Gran Santo Domingo como el río Haina, el Ozama e Isabela.
A los 25 años de su creación, el Cinturón Verde es el único vínculo de
interconexión natural que tienen los distintos municipios y asentamientos
urbanos que componen el Gran Santo Domingo y la mejor garantía para la
preservación del agua que baña y abastece a estos conglomerados humanos:
Distrito Nacional, Santo Domingo Oeste, Bajos de Haina, Los Alcarrizos, Santo
Domingo Norte, Santo Domingo Este y Guerra.
Hoy los ríos de Santo Domingo son aguas contaminadas y llenas de residuos,
una situación insostenible para la salud del ecosistema y de la población
urbana. El Cinturón Verde constituye la principal obra de carácter ecológico,
social y urbanístico del Gran Santo Domingo, pues día a día crecen los
asentamientos y no se crea ningún espacio verde que le brinde este servicio
vital para la calidad de vida de la ciudadanía.
Nuestras acciones tienen consecuencias y el caso del Cinturón Verde lo ha
revelado de forma muy clara. Una escena conmovedora en las últimas semanas del
mes de julio de este año 2018, cuya
noticia ha trascendido a la prensa local e internacional y redes sociales,
fue notar la costa
sur del Distrito Nacional con toneladas de plásticos y materia orgánica,
arrastrados por el caudal de los ríos Ozama e Isabela luego de las torrenciales
lluvias provocadas por el paso de la tormenta Beryl. Por mucho tiempo se ha
focalizado la atención en la problemática del río Ozama por la contaminación
presente en el mismo. La situación del río Ozama es apenas uno de los síntomas
de un problema mayor. El problema de raíz ha sido el olvido y desprotección del
Cinturón Verde. Rescatemos hoy al Cinturón Verde de Santo Domingo para que
mañana nuestra costa sur de Santo Domingo esté libre de residuos sólidos en sus
aguas.
La historia puede ser revertida y eso depende de todos los ciudadanos. Hoy hemos
decidido dar nuestro primer paso de compromiso por el rescate del Cinturón
Verde.
En su compromiso con la protección de la naturaleza Hacemos un llamado de
urgencia al país ante los impactos revelados por la aparición de una enorme
cantidad de desechos en las costas de Santo Domingo, que tienen su origen aguas
arriba por el olvido, irrespeto, contaminación y discontinuidad de acciones de
protección al Cinturón Verde que fue creado pensando en el bienestar de los
ecosistemas y poblaciones urbanas.