Un funcionario del servicio de seguridad ruso (el FSB, sucesor de la KGB soviética) dijo que el presidente Vladimir Putin "tiene una forma grave de cáncer que progresa rápidamente" y que los médicos le dieron tres años de vida.
"No tiene más de dos o tres años para seguir con vida", dijo el espía y agregó que la enfermedad hace que Putin también esté perdiendo la vista rápidamente.
La información de que la enfermedad de Putin es terminal de Putin surgió en un mensaje secreto del espía ruso al desertor del FSB, Boris Karpichkov, que ahora se refugia en Gran Bretaña.
"Nos dicen que tiene dolores de cabeza y cuando aparece en la televisión necesita papeles con todo escrito en letras grandes para leer lo que va a decir", afirmó el agente.
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Las letras de los papeles que lee Putin "son tan grandes que cada página solo puede contener un par de oraciones. Su vista está empeorando seriamente", aseguró.
El espía le dijo a Karpichkov que Putin tiene que entrecerrar los ojos incluso ante las letras enormes que le dan y aterroriza al personal con cambios de humor abruptos.
El mensaje agregó: "No usará anteojos para ayudar porque eso sería una señal de debilidad. Solía estar tranquilo con los subordinados, pero ahora tiene arrebatos de furia descontrolada. Se ha vuelto completamente loco y no confía en casi nadie".