El rey Carlos, que será proclamado como tal mañana sábado, ha expresado su deseo de que el período de luto oficial por la muerte de su madre, Isabel II, se extienda hasta siete días después del funeral de la soberana, previsto para dentro de diez. El palacio de Buckingham ha confirmado este viernes una decisión en principio sorprendente, ya que parecía asumido que el luto se levantaría un día después del entierro.
"Su Majestad el Rey desea que haya un período de luto real desde ahora hasta siete días después del funeral de la Reina", ha comunicado la portavocía de la casa real británica en un escueto comunicado. Esta etapa de recuerdo y recogimiento se proyectará también en todos los edificios oficiales, cuyas banderas del Reino Unido ondearán a media asta durante buena parte del mes de septiembre, no así el estandarte real o la enseña escocesa.
Aunque la familia real permite desde ayer jueves que los ciudadanos depositen ofrendas florales a las puertas del palacio de Buckingham, así como en otras residencias reales como Sandringham o el castillo de Windsor, residencia habitual, esta última, de la soberana durante los dos últimos años de su vida, a lo largo de este período de luto real se cerrarán al público todas estas propiedades. Es decir, se suspende el acceso a lugares tan visitados como la Queen's Gallery, tanto la de Londres como la de Edimburgo, los jardines reales del palacio de Buckingham o el castillo de Balmoral, donde ayer falleció Isabel II.