República Dominicana ha intensificado su ofensiva en el plano diplomático para concienciar a la comunidad internacional a que vaya en auxilio de Haití, lo que ha tenido repercusiones en la Organización de las Naciones Unidas, en cuyo Consejo el canciller Roberto Álvarez ha advertido sobre la amenaza que representa el agravamiento de la crisis haitiana, por cuya razón ese organismo confía en que una fuerza extranjera pueda contribuir en el combate de las pandillas, lo que también ha solicitado el Gobierno que encabeza el primer ministro Ariel Henry.
En la recién celebrada cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada en Argentina, el presidente dominicano Luis Abinader, volvió a exigir responsabilidad de la comunidad internacional para ayudar al pueblo haitiano, por la repercusión negativa que tiene su deterioro institucional en República Dominicana, a donde mayormente emigran sus ciudadanos en busca de mejor calidad de vida.
“Hay un reconocimiento de que es hora de sentarse y lidiar con esta cuestión de la fuerza. Mi esperanza es que el Consejo de Seguridad haga eso ahora”, manifestó la enviada de las Naciones Unidas para Haití, Helen La Lime.
Sin embargo, el problema radica en que no hay acuerdo sobre el país que asumirá el liderazgo de esa coalición, pero La Lime espera una solución muy pronto.
Además de Estados Unidos y Canadá, hay otros países interesado en conformar esa fuerza internacional que acudirá en auxilio de Haití.
“Ahora corresponde a los miembros del Consejo de Seguridad tener una discusión (…) y decidir qué es posible”, indicó la funcionaria, escenario que fue aprovechado por la diplomacia dominicana encabezada por su canciller Roberto Álvarez para alertar sobre la amenaza que constituye Haití para la región.
Bahamas ha anunciado el envío a su país de un grupo de ilegales haitianos que iniciaron una ruta con destino a Estados Unidos.
