Siempre tuvo una mala fama -infundada-, pero el brócoli, también llamado brécol, se está convirtiendo en una de las verduras más habituales en la cesta de la compra . Ahora mismo es en un ingrediente imprescindible en nuestra dieta: saludable, vistoso e ideal para fotografíar y subir a las redes y, además, muy versátil en la cocina.
Crudo, cocido, asado, braseado, salteado, gratinado, rebozado y frito... ¡son tantísimas las posibilidades culinarias que nos ofrece esta crucífera! Y se ha erigido desde hace unos años como uno de los estandartes de la comida saludable sin ninguna duda por su riqueza en fibra, vitaminas y minerales -rico en vitaminas C y A y ácido fólico-, por no tener apenas grasas ni calorías.
El brócoli es originario del Mediterráneo y cuentan que fueron los italianos lo que lo introdujeron en los Estados Unidos aunque no se popularizó hasta los años veinte y hoy su consumo en España ha pasado de los 200 gramos por persona y año a los 2 kilogramos per cápita. No es demasiado y desde aquí os animamos a que lo incluyáis en vuestras recetas, ¡porque son tantas las razones para consumirlo! Te vamos a contar las diferentes maneras de cocinar el brócoli para que le saques el máximo partido - mejor fresco y con poca cocción, pero también lo tienes congelado o en conserva-. Leer más en Hola