ORLANDO ARIAS
Santo Domingo. - En respuesta a la devastadora tragedia en San Cristóbal, donde se perdieron vidas y se causaron daños considerables, un frente unido liderado por el Buró Ejecutivo de la Confederación Nacional de Organizaciones del Transporte (CONATRA) y la Federación de Transportistas de Pasajeros del Sur (FETRAPASUR) anunciaron que ofrecerán ayuda mediante la apertura de centros de acopio en todo el país.
En un anuncio conjunto Antonio Marte, presidente de CONATRA y José del Carmen Alba "Pocholo" , presidente de FETRAPASUR, explicaron que se ha lanzado una iniciativa colaborativa para brindar apoyo y transporte gratuito de suministros esenciales a los afectados.
Comunicaron la creación de centros de acopio en paradas de rutas estratégicas. Estos puntos de recolección se han establecido tanto en la capital como en importantes ciudades a lo largo del país, con el objetivo de facilitar la donación y el transporte efectivo de ayudas a la terminal principal en San Cristóbal.
La colaboración no solo se limita a los gremios de transporte, sino que se extiende a empresarios, comerciantes y ciudadanos de buen corazón. La invitación es clara: unirse a esta iniciativa que busca aliviar el peso sobre las familias afectadas por esta tragedia repentina e inesperada.
Los centros de acopio en la capital funcionarán en dos ubicaciones estratégicas: uno en la parada de la ruta (A) en Santa Bárbara, adyacente al destacamento policial, y el otro en la parada de la ruta (B), frente al Parque Enriquillo. Ambos operarán sin descanso para recibir donaciones y coordinar su transporte inmediato a la terminal principal de FETRAPASUR en San Cristóbal, donde se llevarán a cabo las distribuciones correspondientes.
Marte, sin embargo, pidió a la población que por favor no envíen ropa, que lo que más se necesita en los actuales momentos es comida, preferiblemente enlatada, agua, suministros, entre otros.
Tanto Marte como "Pocholo" expresaron la profunda solidaridad que el pueblo dominicano siente por las víctimas y afectados. Además del impacto humano irremediable, la magnitud de la explosión también dejó una huella material significativa en la propiedad privada.
Esta unión de fuerzas se esfuerza por ofrecer un rayo de esperanza en medio de la adversidad y apela a la empatía de aquellos que pueden marcar la diferencia.
El llamado a la acción es claro: “juntos, podemos aliviar el sufrimiento de quienes se han visto golpeados por esta tragedia. La colaboración y la compasión son la base de esta respuesta humanitaria a una catástrofe que ha estremecido a toda la nación”.
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