El ataque sorpresa de Hamás contra Israel ha sorprendido a los analistas internacionales y ha llevado a una declaración de guerra por parte del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. El impacto en los mercados financieros ha sido hasta ahora limitado, pero existe preocupación sobre cómo evolucionará la situación si el conflicto se intensifica o se internacionaliza.
En términos de energía, los precios del petróleo y el gas natural han experimentado aumentos cuando estalló la guerra. Aunque el suministro mundial de petróleo podría verse afectado si la producción de petróleo de Irán disminuye debido al conflicto, existen capacidades excedentes en países como Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos para compensar cualquier reducción en el suministro. Sin embargo, el mercado del gas natural es más frágil, especialmente porque comienza la temporada de calefacción en el hemisferio norte. Cualquier perturbación en este mercado podría aumentar los precios del gas natural.
En cuanto al dólar estadounidense, es probable que se fortalezca si los precios de la energía continúan aumentando y el conflicto se prolonga. Estados Unidos es un exportador neto de energía y se beneficiaría de precios más altos de la energía. Además, en tiempos de incertidumbre, los inversores tienden a refugiarse en el dólar, lo que podría llevar a un aumento en su valor. Además, los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense podrían aumentar debido al aumento del gasto en defensa en el presupuesto público.
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