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De León, cuyo número 41 que vistió con los Leones está retirado en la franquicia, falleció este domingo a los 63 años en un hospital de la capital, debido a problemas de salud.
En las coronas obtenidas por el Escogido en los torneos de 1987-88 y 1988-89, De León fue uno de los jugadores más dominantes, especialmente en la postemporada.
En esos dos campeonatos logró un récord de 3-0 y 2.73 de efectividad con 22 ponches en 33.0 entradas durante cinco salidas en Round Robin, mientras que en Series Finales también tuvo 3-0, pero con un mejor porcentaje de carreras limpias (1.29) y 10 ponches en 21.0 capítulos y tres aperturas.
Precisamente en la final de 1987-88 contra las Estrellas Orientales fue el Jugador Más Valioso, al apuntarse dos de las cuatro victorias del equipo y combinar 1.17 de efectividad, 0.78 de WHIP y 10 ponches en 15.1 episodios.
Los Leones lo adquirieron junto a Rafael Belliard en 1982, en un movimiento que llevó a Joaquín Andújar a las Águilas Cibaeñas. Con los melenudos, el derecho lanzó desde 1983 a 1989 y luego en la campaña de 1996-97.
En series regulares con los rojos trabajó 226.2 entradas, ponchó a 194 y tuvo marca de 8-13 en 57 partidos, incluyendo 4.05 de efectividad. También formó parte de las Águilas (1979-82) y de los Tigres del Licey (1998-00).
El nativo de Rancho Viejo, La Vega, también participó en las Grandes Ligas entre 1983 y 1995, con los Piratas de Pittsburgh, Medias Blancas de Chicago, Cardenales de San Luis, Filis de Filadelfia y Expos de Montreal.
Fue líder de ponches (201) de la Liga Nacional en 1989 y de por vida su efectividad fue de 3.76, con 1.26 de WHIP, 1,594 ponches, 21 juegos completos, 7 blanqueadas y 86 victorias en sus 13 años de carrera.
Por su trayectoria en las Mayores y en la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (LIDOM), especialmente con el Escogido, en el 2011 fue elegido al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.
La Junta Directiva de los Leones extiende las condolencias a toda la familia De León, pidiendo al Dios Todopoderoso que les cubra con su divina paz y les dé fuerzas, ante la pérdida irreparable de un gran beisbolista y mejor ser humano.
