Por Milton Olivo
El heroísmo, el valor, y la inmensa capacidad de sacrificio del pueblo dominicano ha sido una constante por milenios. Ya que se tiene establecido por evidencias encontradas, de que ya hace 6000 años ya la isla estaba habitada por los ancestros del pueblo taíno.
Es un pueblo que en los últimos 5 siglos se ha enfrentado a todos los imperios, conservando su identidad y soberanía. A partir del falsamente denominado descubrimiento de América. Claro, exceptuando Rusos y Chinos, que nunca han pretendido colonizar América.
El pueblo dominicano derrotó a partir del 1500 DC a españoles, a los franceses, a los ingleses, y en varias ocasiones se ha enfrentado con heroísmo y determinación a los Estadounidenses, manteniendo su soberanía e independencia.
El pueblo dominicano, formado mayoritariamente por los descendientes de los nativos Tainos, que como lo denominó Cristóbal Colon; “no eran ni blanco como los europeos, ni negros como los africanos, sino que eran de color marrón, unos, y pardos otros”. De donde nace aquello de “indios claros e indios oscuros”. Solo que como fueron derrotados por los europeos y despojados de sus tierras, estos en la historia oficial, establecieron que los nativos desaparecieron. Para evitar reclamos de tierra por sus descendientes.
En los últimos tiempos, cansados y frustrados de tantas décadas de luchas, para posteriormente ser traicionado, sacrificado y desilusionado por los grupos dominantes, y la clase política tradicional de turnos con honrosas excepciones, creció cierta indiferencia a la marcha de los negocios públicos.
El asunto es que a partir casi de la fundación de la República en 1844, lo que se fortaleció a partir de la dictadura de Trujillo, el Estado se convirtió en la principal fuente de empleos, y los partidos en la agencia de empleos para acceder al Estado, de ahí la persistencia de la militancia en partidos desacreditados, tratando de sobrevivir a la concentración de riqueza establecida.
Gracias a Dios, todo está cambiando. Y cada vez, el pueblo se vuelve más exigente, y consolida su posición contraria a la corrupción y la impunidad. La marcha verde, y el triunfo del gobierno del cambio en 2020, son el punto de partida de ese sentimiento patrio en este nuevo milenio. Incrementando esa población mayoritaria y consciente, su demanda y compromiso con el respeto y cumplimiento de la Constitución y las leyes de la República.
Y por eso crece su rechazo a la descarada invasión haitiana, quienes fueron traídos encadenados a la isla por los franceses hace apena 200 años y en su ignorancia y manipulación de sus grupos opresores, le han hecho creer, que son los dueños de esta isla de Quisqueya, cuando llegaron ayer.
Pero ere rechazo generalizado, no es más que reflejo, de ese incremento del amor y el tradicional e histórico compromiso de los dominicanos con su patria. Y su creciente disposición de ir a las armas cuando sea necesario para defender la integridad y soberanía de la patria.
Y por supuesto, castigar debidamente a aquellos malos dominicanos, que considere traidores al ideal duartiano. Porque es un pueblo, cada vez más consciente de aquel mandato del padre de la patria, cuando expresó; “mientras no se escarmienten a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos seguirán siendo víctimas de sus maquinaciones.