CHRISTOPH FRIEDRICH BLUMHARDT
Nosotros que somos del día, por el contrario, estemos siempre en nuestro sano juicio, protegidos por la coraza de la fe y del amor, y por el casco de la esperanza de salvación; pues Dios no nos destinó a sufrir el castigo sino a recibir la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. 1 Tesalonicenses 5:8-9Señor Dios Todopoderoso, haz llegar el día, el día de Cristo Jesús, en quien todos estaremos unidos. Entonces nos reconoceremos unos a otros como prójimos, como hermanos y hermanas, y tendremos paz en la tierra. Danos de nuevo tu Espíritu, oh Señor nuestro Dios. Libera e ilumina cada corazón, para que toda persona pueda reconocer la Palabra que les has dado y se aferren a todas tus promesas, incluso en tiempos malos y de aflicción. Quédate con nosotros y con nuestro pueblo. Ayúdanos en nuestros tiempos, oh Señor Dios. Nosotros esperamos en ti, esperamos tu paz, una nueva paz —no la paz vieja, ni regresar a la comodidad y a los deseos egoístas, sino tu paz—, que nos llevará a la vida celestial, donde encontraremos a Jesucristo, el que vive, nuestro Pastor y Líder. Amén.