Descubre los riesgos ocultos en las piscinas y cómo evitarlos


Las altas temperaturas del verano nos invitan a refrescarnos en piscinas y parques acuáticos. Sin embargo, ¿sabías que estos oasis de diversión pueden albergar riesgos para la salud?

En el siguiente artículo, te revelamos los peligros ocultos que existen en las aguas de las piscinas y cómo puedes protegerte a ti y a tu familia.

Patógenos acuáticos: Los enemigos invisibles en las piscinas

Aunque el cloro y el bromo hacen un gran trabajo eliminando la mayoría de las bacterias y virus, algunos gérmenes logran sobrevivir en el agua. La diarrea se posiciona como la enfermedad más común relacionada con las piscinas, según informes recientes.

Los principales culpables son:

1) Cryptosporidium (también conocido como “cripto”)
2) Norovirus
3) Giardia
4) Shigella
5) E. coli
¿Por qué el cloro no es suficiente?


Te preguntarás, ¿no se supone que el cloro debe eliminar estos gérmenes? La realidad es más compleja:

1) Desequilibrio químico: A veces, la proporción de cloro, bromo y pH no es la adecuada, permitiendo que los gérmenes proliferen.
2) Tiempo de exposición: Las personas pueden entrar en contacto con los patógenos antes de que el cloro tenga tiempo de eliminarlos.
3) Resistencia: Algunos microorganismos, como el Cryptosporidium, han desarrollado resistencia al cloro.

La Dra. Clare Rock, profesora asociada de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, explica: “Esta es una de las razones por las que, si hay un accidente fecal en una piscina, existe un protocolo que los socorristas y los operadores de la piscina siguen antes de permitir que la gente regrese al agua”.
El temido “oído de nadador”

Otro problema común es el “oído de nadador”, una infección bacteriana que afecta el canal auditivo externo. Se produce cuando el agua queda atrapada en el oído, descomponiendo la cera protectora y creando un ambiente ideal para el crecimiento bacteriano.

Síntomas del oído de nadador:

* Dolor
* Enrojecimiento
* Hinchazón
* Picazón
* Secreción del oído

Este problema es más frecuente en niños, pero no es contagioso. Para prevenirlo, la Dra. Rock recomienda: “Puedes usar una toalla, pero también tirar del lóbulo de la oreja en diferentes direcciones para drenar el agua… considera usar tapones para los oídos o un gorro de baño para evitar que el agua de la piscina entre en el oído”.

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