Christoph Friedrich BlumhardtVolverán los rescatados del Señor, y entrarán en Sión con cánticos de júbilo; su corona será el gozo eterno. Se llenarán de regocijo y alegría, y se apartarán de ellos el dolor y los gemidos. «Soy yo mismo el que los consuela». Isaías 51:11-12a
Señor nuestro Dios, te damos gracias por la confianza que has puesto en nuestros corazones. Te agradecemos por todas las señales de tu bondad, que nos consuelan cuando tenemos gran necesidad, y cuando ocurren tantas muertes a nuestro alrededor que nos impactan a cada uno de nosotros. Te damos gracias por consolarnos y por darnos siempre un ánimo fresco dondequiera que estemos, y por darnos esperanza por otras personas, que también luchan arduamente para encontrar lo que es bueno. Oh Señor Dios, bendice a nuestro mundo con poder de lo alto, con dones que traen el bien a mucha gente. Bendice nuestro mundo; sálvalo del pecado, de la ruina y de todo tipo de desesperación. ¡Bendícenos, oh Señor nuestro Dios! Así como nos bendices, bendice al mundo entero, para la gloria de tu nombre. Amén.