Sosa marcó, mejor dicho, perfumó, el escenario musical cubano con la tersura de su voz de altos y claros timbres y sus letras se regodean en la noble fluidez de su poesía más excelsa
José Rafael Sosa
Ha partido una de las voces más
altas y hermosas de la trova cubana actual, Eduardo Sosa, tras sufrir, el pasado día 3 de febrero, un ACV, que lo condujo a un coma del cual no pudo ser recuperado y
que estaba considerado como una de las más altas figuras de la trova cubana
actual, esa que siguió los pasos, con su personalidad estética propia, a
la primera oleada de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y
Noel Nicola, entre otros.
Sosa, dotado de condiciones excepcionales como creador
e intérprete de música, había marcado el escenario musical cubano con un aporte
caracterizado tanto por la tersura de su voz de tenor popular, de altos y
claros timbres, y sus composiciones que se juegan con nobleza con la poesía
social y amorosa más excelsa. Ganó, al tensar de su voz y su letra el espacio en el
panteón de los grandes.
Sus conciertos concitaban
sentimientos de arraigo nacional, amor tierno y apasionado, el canto a la
familia, las canciones del buen vivir y la expresión del detalle observado con
aguda visión en torno a la naturaleza humana. Sosa compartió escenario con Ana Belén, José
Luis Cortés, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Frank Fernández, Beatriz Márquez,
Vicente Feliú, Pancho Amat, José María Vitier y Raúl Torres, entre muchas
otras figuras de primer nivel.
Se dio a conocer en
todo el país por éxitos como: "Mañanitas de montaña", "Retoño
del monte", "El son de Contramaestre" y "A mí
me gusta, compay", entre otros, así como por su musicalización de los
versos sencillos de José Martí y sus fabulosas versiones de temas emblemáticos
de la cancionística cubana, entre las que destaca "La Bayamesa", de
Carlos Manuel de Céspedes, José Fornaris y Francisco Castillo.
Comenzó su carrera profesional
en 1997, con el Dúo Postrova, que de inmediato suscitó la atención de la
crítica y el público por su originalidad y calidad artística. En esa
etapa grabó dos discos para Caribbean Production y EMI Odeón, España y
participó en el largometraje cubano de ficción Las profecías de Amanda,
dirigido por Pastor Vega.
Toda Cuba se ha manifestado de
luto, desde el presidente Díaz-Canel, el liderazgo del Congreso, los
artistas populares, el dúo Mala Fe. Luvia María Hevia
estaba inconsolable. Era su amiga y admiradora de su talento singular. El Cuarteto Sultasto Guitarras, la orquesta
Las Anacaonas y El Septeto Santiaguero plasmaron de igual manera sus
condolencias en redes sociales.
En 2003 emprendió su carrera en
solitario. Grabó otros cuatro álbumes y, en 2017, ganó el Premio Cubadisco en
la categoría de Trova, con la producción Como si fueran mías, de la casa
discográfica Colibrí.
Por decisión familiar, su cadáver fue cremado y
se le rendirá homenaje póstumo en el cine de Mayarí y, posteriormente, en la
Casa de la Trova de Santiago de Cuba. Sus cenizas serán depositadas en el
cementerio de Santa Ifigenia.
Como gestor cultural, fue fundador y director del
Festival Pepe Sánchez, en el que se presentaron, en Santiago de Cuba a Sindo Garay, Corona, Ñico
Saquito y otras figuras cumbres de la música cubana.
Sosa no solo compartió su talento, sino que también les
enseñó a ver el mundo a través de sus ojos, llenos de pasión y poesía, con la picardía
de un estilete que se hunde profundo en el cuerpo social para sacar una
sonrisa, una reflexión, una identidad con sabor a Cuba.
Condujo, junto a Marta
Campos, el programa televisivo Entre manos, dedicado a la promoción de la
canción trovadoresca. Sosa, presidió
por más de 10 años el Comité Organizador del Festival de la Trova Pepe Sánchez,
de Santiago de Cuba.
Descansa en Paz Eduardo. Descansa en Paz.