En la República Dominicana, la lucha por la defensa del medio ambiente y los recursos naturales se enfrenta a un desafío monumental: la falta de recursos económicos. La Procuraduría Especializada para la Defensa del Medio Ambiente y los Recursos Naturales, que tiene la responsabilidad de proteger nuestro entorno y garantizar un futuro sostenible para todos los ciudadanos, se encuentra en una situación crítica debido a un presupuesto insuficiente.
Actualmente, este departamento recibe solo 170,000 pesos al mes, una cifra que resulta irrisoria cuando se considera que solo en combustible se gastan alrededor de 100,000 pesos mensuales. Esto deja a la procuraduría con escasos 70,000 pesos para cubrir todas sus necesidades operativas, lo que claramente es insuficiente para movilizar a sus colaboradores en las 22 oficinas distribuidas por el país. Sin la capacidad de transporte adecuada, los fiscales no pueden realizar su trabajo de manera efectiva ni atender las problemáticas ambientales más urgentes.
La falta de recursos impacta directamente en su capacidad para abordar puntos neurálgicos como la depredación de ríos, la tala indiscriminada de árbolesy el vertido de desperdicios en cañadas y ríos. Estos problemas no solo amenazan nuestra biodiversidad, sino que también ponen en riesgo la salud y el bienestar de las comunidades que dependen de estos recursos naturales. Es alarmante pensar que, a pesar de la gravedad de estas situaciones, los esfuerzos para combatirlas se ven limitados por un presupuesto que no cubre ni lo más básico.
Hago un llamado a la nueva procuradora de la República Dominicana, Yeni Berenice Reinoso, para que preste atención a esta problemática critica. Es imperativo que revise el presupuesto asignado a esta procuraduría especializada y busque mecanismos para aumentar significativamente los recursos disponibles. La protección del medio ambiente debería ser una prioridad nacional, y esto requiere no solo voluntad política, sino también inversiones adecuadas.
No podemos permitir que una institución encargada de salvaguardar nuestro entorno carezca incluso de los recursos más elementales, como lápices o papel. Si verdaderamente queremos avanzar hacia un futuro donde nuestros ríos fluyan limpios y nuestros bosques prosperen, es fundamental dotar a esta procuraduría con los medios necesarios para llevar a cabo su labor.
La defensa del medio ambiente es una responsabilidad compartida. Todos debemos involucrarnos y exigir cambios que permitan a nuestras autoridades actuar con eficacia. Solo así podremos garantizar un entorno saludable para las generaciones presentes y futuras. Es momento de actuar; el tiempo apremia y nuestro planeta nos necesita.
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